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He oido decir estos dias que se ha abierto de nuevo el debate sobre las corridas de toro. Tomar posición cualquiera que sea la postura que se tenga acarrea sin duda la disconformidad de quien opine lo contrario y eso nos causa una desazon que será menor a la originada por nuestros propios sentimientos. Las disensiones emanadas entre la educación recibida y los sentimientos que se albergan es nuestra mayor fuente de conflictos, dicho esto paso a exponer mi postura con el ánimo de despertar un sano debate que enriquezca y aclare nuestras propias posiciones.
Las corridas de toros son un acto barbaro y cruel donde se tortura hasta la muerte a un animal bello e indefenso. Se trata, se mire como se mire, de un acto cruel y despiadado.
Debo añadir a continuación que encuentro en las corridas de toros un arte sublime donde la verbigracia de la muleta y el capote trazan sobre la arena las lineas de una gesta épica que se repite de forma continuada con identico resultado.
Cuando el torero se enfrenta al magestuoso animal se dirime una lucha ancestral, una busqueda de respuesta a las constantes preguntas del ser humano.
¿Por qué alguien que le ama tanto, que le eleva a cotas sublimes en lances sucesivos, sacando de él la bravura, la fúria, su razón de ser, elevandolo hasta la adoración de quienes desde el coso contemplan tamaña gesta, ha de terminar dandole muerte?.
Soy totalmente contrario a la tortura de los animales y mas aún de las personas. Soy sensible al sufrimiento humano y me repugna la violencia ejercida sobre seres especialmente debiles; sin embargo me gustan las corridas de toros porque las considero una forma de arte y a mi el arte me interesa en cualquiera de sus manifestaciones.
He nacido en España y me he criado viendo corridas de toro en la televisión, he aprendido a disfrutar de ellas, pero por el rechazo que me causa ver sufrir a un animal “indefenso” cuyo fin esta escrito de antemano creo que no haré nada para erradicarlas, pero lo celebraré el dia que esto suceda.
Las corridas de toros son un acto barbaro y cruel donde se tortura hasta la muerte a un animal bello e indefenso. Se trata, se mire como se mire, de un acto cruel y despiadado.
Debo añadir a continuación que encuentro en las corridas de toros un arte sublime donde la verbigracia de la muleta y el capote trazan sobre la arena las lineas de una gesta épica que se repite de forma continuada con identico resultado.
Cuando el torero se enfrenta al magestuoso animal se dirime una lucha ancestral, una busqueda de respuesta a las constantes preguntas del ser humano.
¿Por qué alguien que le ama tanto, que le eleva a cotas sublimes en lances sucesivos, sacando de él la bravura, la fúria, su razón de ser, elevandolo hasta la adoración de quienes desde el coso contemplan tamaña gesta, ha de terminar dandole muerte?.
Soy totalmente contrario a la tortura de los animales y mas aún de las personas. Soy sensible al sufrimiento humano y me repugna la violencia ejercida sobre seres especialmente debiles; sin embargo me gustan las corridas de toros porque las considero una forma de arte y a mi el arte me interesa en cualquiera de sus manifestaciones.
He nacido en España y me he criado viendo corridas de toro en la televisión, he aprendido a disfrutar de ellas, pero por el rechazo que me causa ver sufrir a un animal “indefenso” cuyo fin esta escrito de antemano creo que no haré nada para erradicarlas, pero lo celebraré el dia que esto suceda.