He oido decir, he leido en estos dias de la agitación que se está viviendo en el seno de la jerarquia eclesiastica, de los escandalos que implican a la mas alta cúpula del Vaticano. Desde la ignorancia de estos temas y aún a sabienda de lo erroneo de mis percepciones me atrevería a opinar: Hoy mas que nunca el reino de la iglesia es de este mundo, pues los problemas que tiene el Vaticano no son en nada diferentes a los del resto de Estados.
La corrupción economica tiene bien asentadas sus bases aquí, recuerdo los escandalos de la decada de los 80 donde se vió envuelto por las artimañas del arzobispo Paul Marcinkus cuya asociacion con el banquero de la mafia Michel Sindona, que le acuso de hacer quebrar al Banco Ambrosiano, acarrearon el asesinato nunca resuelto de Roberto Calvi vertiendo las sospechas sobre la logia masónica P2. Una vez saneadas las finanzas vaticanas sus autoridades reclamaron la immunidad diplomatica para Macinkus y así librarlo de la justicia italiana, apartandolo del primer plano y autorizandole a regresar a la diocesis de Phoenix en Arizona. Practica común de los jerarcas eclesiasticos, un vez salen a la luz pública sus delitos tratan de ocultarlos y “jubilan” a sus delincuentes, pero ay de aquel que robe en el cepillo de la iglesia, será denunciado, condenado a los infiernos e invocada la maxima pena terrenal para él. En nuestro pais y por mor de los acuerdos con la Santa Sede la iglesia es financiada con el dinero de todos los contribuyentes sean creyentes o no y tomando como una de las bases el número de bautizados existentes. Por eso las dificultades de miles de apostatas de ejercer su derecho ante la iglesia.
Pero mas grave que la corrupción economica es la corrupción moral en que se ve envuelta. La Congregación para la Doctrina de la Fé (antigua Inquisición) a sido la encargada de vigilar el cumplimiento de la pureza de la doctrina católica, pero sus mas altos responsables hace tiempo que se están viendo envueltos en los mas turbios asuntos. El cardenal J. Razinguer hace años que es conocedor de los delitos de pederastia cometidos en el seno de la iglesia y al parecer su respuesta, una vez mas ha sido la ocultación, la protección y el amparo de los delincuentes. Creo que fué en el inconcluso Concilio Vaticano I donde se declaró la infalilibilidad del Papa. Alguien muy importante dentro del Cristianismo dijo:”dad al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios”, y eso sería bien aplicable a las cuestiones que nos ocupan, que la iglesia se encargue de los pecados del alma y que los hombres juzguen los delitos terrenales.
Pero los Catolicos de a pie no deben sentirse confusos pues la Iglesia es la que ellos forman, no debe ser dificil distinguir entre esa iglesia de templos, catedrales, pompas y boatos, riquezas, tesoros y apariencias y esa otra Iglesia la del trabajo diario, la que se ocupa de los necesitados, la que lleva la palabra del Evangelio a sus ultimas consecuencias, la que se ocupa de los parados, de los emigrantes, de los necesitados en todas sus acepciones. La iglesia del Concilio Vaticano II cuyos pincipales compromisos han sido olvidados:
*Promover el desarrollo de la fe católica.
*Lograr una renovación moral de la vida cristiana de los fieles.
*Adaptar la disciplina eclesiástica a las necesidades y métodos de. nuestro tiempo.
*Lograr la mejor interrelación para con las demás religiones.
Esta puesta al dia sigue pendiente y mientras no se lleve a cabo, el divorcio entre fieles y jerarquía irá en aumento y al mismo tiempo se irán gestando movimientos que empujen en esta dirección.
El movimiento de la Teología de la Liberación constituye un buen ejemplo y aunque acallado a las bravas sus poclamas siguen vigentes y adquieren dia a dia mas actualidad:
1. La salvación cristiana no puede darse sin la liberación económica, política, social e ideológica, como signos visibles de la dignidad del hombre.
2. Eliminar la explotación, las faltas de oportunidades e injusticias de este mundo.
3. Garantizar el acceso a la educación y la salud.
4. La liberación como toma de conciencia ante la realidad socioeconómica latinoamericana.
5. La situación actual de la mayoría de los latinoamericanos contradice el designio histórico de Dios y la pobreza es un pecado social.
6. No solamente hay pecadores, hay víctimas del pecado que necesitan justicia, restauración. Todos somos pecadores, pero en concreto hay que distinguir entre víctima y victimario.
7. Tomar conciencia de la lucha de clases optando siempre por los pobres.
8. Afirmar el sistema democrático profundizando la concienciación de las masas acerca de sus verdaderos enemigos para transformar el sistema vigente.
9. Crear un “hombre nuevo” como condición indispensable para asegurar el éxito de la transformación social. El hombre solidario y creativo motor de la actividad humana en contraposición a la mentalidad capitalista de especulación y espíritu de lucro.
10. La libre aceptación de la doctrina evangélica, es decir, primeramente procurar a la persona unas condiciones de vida dignas y posteriormente su adoctrinamiento evangélico si la persona quiere.
Este pensamiento dentro de la iglesia nace del contacto diario con los pobres, no es un invento de sus teologos (Leonardo Boff, Frei Bett, Jorge Pixley, Ignacio Ellacuría, Jon Sobrino, Jon Cortina Enrique Miret Magdalena.....) Jesucristo claramente dijo que quien se relaciona con el pobre con él mismo trata y a él mismo acepta o rechaza, a tal punto que ese relacionamiento será el criterio principal del Juicio Final (Mateo 25:31-46).
La iglesia está en crisis y una profunda renovación se hace necesaria. En estos dias en que los catolicos practicantes renuevan su compromiso con la Fé no está de mas que le dediquen unos minutos meditar sobre el tema.
La corrupción economica tiene bien asentadas sus bases aquí, recuerdo los escandalos de la decada de los 80 donde se vió envuelto por las artimañas del arzobispo Paul Marcinkus cuya asociacion con el banquero de la mafia Michel Sindona, que le acuso de hacer quebrar al Banco Ambrosiano, acarrearon el asesinato nunca resuelto de Roberto Calvi vertiendo las sospechas sobre la logia masónica P2. Una vez saneadas las finanzas vaticanas sus autoridades reclamaron la immunidad diplomatica para Macinkus y así librarlo de la justicia italiana, apartandolo del primer plano y autorizandole a regresar a la diocesis de Phoenix en Arizona. Practica común de los jerarcas eclesiasticos, un vez salen a la luz pública sus delitos tratan de ocultarlos y “jubilan” a sus delincuentes, pero ay de aquel que robe en el cepillo de la iglesia, será denunciado, condenado a los infiernos e invocada la maxima pena terrenal para él. En nuestro pais y por mor de los acuerdos con la Santa Sede la iglesia es financiada con el dinero de todos los contribuyentes sean creyentes o no y tomando como una de las bases el número de bautizados existentes. Por eso las dificultades de miles de apostatas de ejercer su derecho ante la iglesia.
Pero mas grave que la corrupción economica es la corrupción moral en que se ve envuelta. La Congregación para la Doctrina de la Fé (antigua Inquisición) a sido la encargada de vigilar el cumplimiento de la pureza de la doctrina católica, pero sus mas altos responsables hace tiempo que se están viendo envueltos en los mas turbios asuntos. El cardenal J. Razinguer hace años que es conocedor de los delitos de pederastia cometidos en el seno de la iglesia y al parecer su respuesta, una vez mas ha sido la ocultación, la protección y el amparo de los delincuentes. Creo que fué en el inconcluso Concilio Vaticano I donde se declaró la infalilibilidad del Papa. Alguien muy importante dentro del Cristianismo dijo:”dad al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios”, y eso sería bien aplicable a las cuestiones que nos ocupan, que la iglesia se encargue de los pecados del alma y que los hombres juzguen los delitos terrenales.
Pero los Catolicos de a pie no deben sentirse confusos pues la Iglesia es la que ellos forman, no debe ser dificil distinguir entre esa iglesia de templos, catedrales, pompas y boatos, riquezas, tesoros y apariencias y esa otra Iglesia la del trabajo diario, la que se ocupa de los necesitados, la que lleva la palabra del Evangelio a sus ultimas consecuencias, la que se ocupa de los parados, de los emigrantes, de los necesitados en todas sus acepciones. La iglesia del Concilio Vaticano II cuyos pincipales compromisos han sido olvidados:
*Promover el desarrollo de la fe católica.
*Lograr una renovación moral de la vida cristiana de los fieles.
*Adaptar la disciplina eclesiástica a las necesidades y métodos de. nuestro tiempo.
*Lograr la mejor interrelación para con las demás religiones.
Esta puesta al dia sigue pendiente y mientras no se lleve a cabo, el divorcio entre fieles y jerarquía irá en aumento y al mismo tiempo se irán gestando movimientos que empujen en esta dirección.
El movimiento de la Teología de la Liberación constituye un buen ejemplo y aunque acallado a las bravas sus poclamas siguen vigentes y adquieren dia a dia mas actualidad:
1. La salvación cristiana no puede darse sin la liberación económica, política, social e ideológica, como signos visibles de la dignidad del hombre.
2. Eliminar la explotación, las faltas de oportunidades e injusticias de este mundo.
3. Garantizar el acceso a la educación y la salud.
4. La liberación como toma de conciencia ante la realidad socioeconómica latinoamericana.
5. La situación actual de la mayoría de los latinoamericanos contradice el designio histórico de Dios y la pobreza es un pecado social.
6. No solamente hay pecadores, hay víctimas del pecado que necesitan justicia, restauración. Todos somos pecadores, pero en concreto hay que distinguir entre víctima y victimario.
7. Tomar conciencia de la lucha de clases optando siempre por los pobres.
8. Afirmar el sistema democrático profundizando la concienciación de las masas acerca de sus verdaderos enemigos para transformar el sistema vigente.
9. Crear un “hombre nuevo” como condición indispensable para asegurar el éxito de la transformación social. El hombre solidario y creativo motor de la actividad humana en contraposición a la mentalidad capitalista de especulación y espíritu de lucro.
10. La libre aceptación de la doctrina evangélica, es decir, primeramente procurar a la persona unas condiciones de vida dignas y posteriormente su adoctrinamiento evangélico si la persona quiere.
Este pensamiento dentro de la iglesia nace del contacto diario con los pobres, no es un invento de sus teologos (Leonardo Boff, Frei Bett, Jorge Pixley, Ignacio Ellacuría, Jon Sobrino, Jon Cortina Enrique Miret Magdalena.....) Jesucristo claramente dijo que quien se relaciona con el pobre con él mismo trata y a él mismo acepta o rechaza, a tal punto que ese relacionamiento será el criterio principal del Juicio Final (Mateo 25:31-46).
La iglesia está en crisis y una profunda renovación se hace necesaria. En estos dias en que los catolicos practicantes renuevan su compromiso con la Fé no está de mas que le dediquen unos minutos meditar sobre el tema.
