COLECCIONES
Los niños tienen y han tenido siempre una gran afición al coleccionismo. Nos gustaba muchísimos juntar cosas, guardarlas, mostrarlas y cambiarlas: bolonas, cuentos, tebeos, cromos, platitos etc. etc eran nuestro pequeños –grandes tesoros que compartíamos con nuestros amigos y eran el motivo de nuestras aspiraciones y, en cierta manera, el ser motivo de la envidia de los otros por tener un cromo raro, que casi nunca salía y nos faltaba para terminar una colección, el primer ejemplar de una serie de tebeos o un “repeón” que andaba mucho.
Juntar tebeos, que tanto contribuyeron a aficionarnos a la lectura, eran nuestra predilección: “El Guerrero del Antifaz”, aquel caballero cristiano en lucha continua con los herejes sarracenos, “El Capitán Trueno” con sus compañeros el gigantón Goliat y Crispín, “El Pequeño Luchador”, “Pantera Negra” y “El Pequeño Pantera Negra” que imponían la justica en la selva así como “Roberto Alcázar y Pedrín”, los detectives intrépidos que no dejaban un malo sin capturar, eran nuestros héroes.
Semana tras semana esperábamos impacientes a que a, Teo primero y al tío Paco, que tenía un kiosco en la plaza, le llegara el envío de la colección de moda. Como no disponíamos de mucho dinero, unos compraban una colección y otros, otra. Luego venía el intercambio y de esa manera los leíamos todos.
Nuestro afán coleccionista se extendía también a los cromos. Había una marca de chocolate que se llamaba “La Colonial” que, en cada tableta, venía un cromo de los futbolistas de primera división. Y ahí nos tenías a nosotros comprando chocolate a diestro y siniestro para ver si completábamos las hojas de los álbumes que nos había proporcionado el comerciante y en la que figuraban las a alineaciones de los equipos. He aquí las de los cuatro equipos más importante de aquella época: ATLÉTICO DE MADRID: Pazos; Verde, Cobos, Calleja; Peter, Vallejo; Miguel, Rafa, Agustín, Peiró y Collar. REAL MADRID: Alonso; Atienza, Santamaría, Lesmes; Santiesteban Zárraga, Kopa, Mateos, Di Stéfano, Rial y Gento. ATLÉTICO DE BILBAO: Carmelo; Urea, Garay, Canito; Mauri, Maguregui; Arteche, Marcaida, Arieta, Uriarte y Gainza. BACERLONA: Ramallet; Olivella, Brugué Sagarra; Vergé, Gensana; Basora, Villaverde, Eulogio Martínez, Kubala y Sampedro.
Pero no solo eran cromos de futbolistas los que juntábamos. Muchas películas de la época se convertían en cromos, que no eran otra cosa que fotogramas de las mismas, pero que al final, cuando terminabas de rellenar el álbum, nos hacíamos la ilusión de tener y ver la película que tanto nos había gustado en el cine. Álbumes inolvidables fueron: “Marcelino Pan y Vino” “Sissi” y “Sissi Emperatriz” y no lo eran menos “La Vida de Jesús”, “Las razas humanas”, “ La flora” y tantos otros que formaban parte de nuestras coleciones.
Los niños tienen y han tenido siempre una gran afición al coleccionismo. Nos gustaba muchísimos juntar cosas, guardarlas, mostrarlas y cambiarlas: bolonas, cuentos, tebeos, cromos, platitos etc. etc eran nuestro pequeños –grandes tesoros que compartíamos con nuestros amigos y eran el motivo de nuestras aspiraciones y, en cierta manera, el ser motivo de la envidia de los otros por tener un cromo raro, que casi nunca salía y nos faltaba para terminar una colección, el primer ejemplar de una serie de tebeos o un “repeón” que andaba mucho.
Juntar tebeos, que tanto contribuyeron a aficionarnos a la lectura, eran nuestra predilección: “El Guerrero del Antifaz”, aquel caballero cristiano en lucha continua con los herejes sarracenos, “El Capitán Trueno” con sus compañeros el gigantón Goliat y Crispín, “El Pequeño Luchador”, “Pantera Negra” y “El Pequeño Pantera Negra” que imponían la justica en la selva así como “Roberto Alcázar y Pedrín”, los detectives intrépidos que no dejaban un malo sin capturar, eran nuestros héroes.
Semana tras semana esperábamos impacientes a que a, Teo primero y al tío Paco, que tenía un kiosco en la plaza, le llegara el envío de la colección de moda. Como no disponíamos de mucho dinero, unos compraban una colección y otros, otra. Luego venía el intercambio y de esa manera los leíamos todos.
Nuestro afán coleccionista se extendía también a los cromos. Había una marca de chocolate que se llamaba “La Colonial” que, en cada tableta, venía un cromo de los futbolistas de primera división. Y ahí nos tenías a nosotros comprando chocolate a diestro y siniestro para ver si completábamos las hojas de los álbumes que nos había proporcionado el comerciante y en la que figuraban las a alineaciones de los equipos. He aquí las de los cuatro equipos más importante de aquella época: ATLÉTICO DE MADRID: Pazos; Verde, Cobos, Calleja; Peter, Vallejo; Miguel, Rafa, Agustín, Peiró y Collar. REAL MADRID: Alonso; Atienza, Santamaría, Lesmes; Santiesteban Zárraga, Kopa, Mateos, Di Stéfano, Rial y Gento. ATLÉTICO DE BILBAO: Carmelo; Urea, Garay, Canito; Mauri, Maguregui; Arteche, Marcaida, Arieta, Uriarte y Gainza. BACERLONA: Ramallet; Olivella, Brugué Sagarra; Vergé, Gensana; Basora, Villaverde, Eulogio Martínez, Kubala y Sampedro.
Pero no solo eran cromos de futbolistas los que juntábamos. Muchas películas de la época se convertían en cromos, que no eran otra cosa que fotogramas de las mismas, pero que al final, cuando terminabas de rellenar el álbum, nos hacíamos la ilusión de tener y ver la película que tanto nos había gustado en el cine. Álbumes inolvidables fueron: “Marcelino Pan y Vino” “Sissi” y “Sissi Emperatriz” y no lo eran menos “La Vida de Jesús”, “Las razas humanas”, “ La flora” y tantos otros que formaban parte de nuestras coleciones.