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ORELLANA LA VIEJA: EPÍLOGO...

EPÍLOGO

Con la última publicación en el foro de Orellana del capítulo “La leña”, damos por terminada esta tarea que comenzamos hace un año y que surgió cuando Benigno Ramos nos invitó a rescatar El Habla de Orellana en su sección “Dichos y palabras de Orellana la Vieja”.
Por mi parte propuse a los foreros tres temas de conversación: “Costumbres”, “Juegos antiguos de Orellana” y “Galería de personajes”. Y es que deseaba tener unos canales por donde discurrieran la gran cantidad de recuerdos y vivencias de mi infancia y juventud almacenados durante tantos años en mi memoria y que, a través de ellos, tomaran forma, desembocaran en el foro y de esta manera poder compartirlos con mis paisanos foreros.
En las tres secciones se ven reflejadas, por lo menos esa ha sido nuestra modesta intención, la vida del pueblo, las costumbres que lo regían, los juegos que nos divertían, oficios y profesiones y algunos personajes singulares principalmente de las décadas de los cincuenta y sesenta.
Por medio de estos textos y las fotos que los ilustran, también tomadas de las miles que hay en dicho foro, se ha puesto de manifiesto la evolución que ha tenido Orellana en todos los aspectos desde aquellos años hasta nuestros días. ¡Cómo ha cambiado todo ¡Así que al hilo de esto se me ocurre hacer una pequeña reflexión: A pesar de las grandes carencias de aquella época, de las dificultades y miserias que se padecían, de los trabajos tan duros que había que realizar, los hombres y mujeres, niños y niñas, al estar forjados por el esfuerzo, la escasez, la sobriedad y el respeto eran personas fuertes y yo diría que felices con lo poco que teníamos. En la actualidad no se pasan calamidades, a las nuevas generaciones les ha sido dado todo si apenas esforzarse; son tantas las cosas que tenemos que no las estimamos y muchos viven en cierta manera esclavizados por mantener esas cosas. Y surgen dos interrogantes como consecuencia de lo anterior: ¿Nuestros jóvenes y niños son tan felices ahora como lo éramos nosotros entonces?. Si por motivo de circunstancias adversas, como la actual crisis, tuviéramos que recortar nuestras “necesidades” y exigencias ¿Estarán preparadas las nuevas generaciones para hacer frente a las nuevas situaciones que se avecinan?. Me asaltan grandes dudas al respecto.

Antonio Sánchez Gil
Madrid, Mayo de 2010.