Jose Antonio, el viernes estuvimos en Trujillo en la presentación de los libros de Antonio Adámez, tu prima Milord y yo. Estuvimos con Beni y lo pasamos fenomenalmente recordando nuestra juventud. Voy a subir una foto del acto y de la amplia representación que estuvimos de Orellana.
Saludo a los foreros.
Saludo a todos los foreros
Saludo a los foreros.
Saludo a todos los foreros
Milord informa.
Crónica Orellanense Trujillana.
Con la amabilidad que le caracteriza, Antonio Cabanillas se ofreció llevarme con el y su señora a Trujillo para asistir a la presentación de los tres libros que nuestro entrañable paisano Antonio Adámez tiene publicado. Para tal evento eligió la
fundación “obra Pía de los Pizarros” el maravilloso marco que ofrece el Palacio de los Barrantes- Cervantes, recientemente restaurado.
Salimos sobre las seis de la tarde, en el trayecto de ida podíamos observar las riquezas de esta nuestra tierra Extremeña, lo maravilloso de sus campos floridos por causa de la incipiente primavera y que mis observadores ojos iban viendo y acumulando en mi cerebro multitud de ideas que posiblemente nunca podré desarrollar y plasmar en algún momento. Veía el trasiego “hormeguil” de los automóviles moviéndose en todas direcciones presurosos por llegar a su destino quizás habiendo terminado con su faena y en busca del merecido descanso, veía a los labriegos allá finalizando su labores campestre, allá el ganando ovejil con la cabeza gacha, y por un camino pasaba una recua de caballos entre la música de sus relinchos (que yo no podía oír) pero si intuía porque sus patas y resoplidos levantaban hacia lo alto unas nubecillas de polvo amarillento iluminadas por el sol poniente.
Cerca ya de Trujillo nos recibieron los inmensos berrocales, y a lo lejos, perezosamente principiaban a encenderse las bombillas multicolores de la ciudad.
El grandioso Palacio de los Barrantes- Cervantes nos acogió con la honorabilidad de sus viejas y graníticas piedras y la amabilidad de un joven conserje que nos enseño todas sus dependencias. Este mismo conserje se encargo de presentar a los componentes de la mesa, señorita concejala de Cultura, director de la Fundación Obra Pía de los Pizarros
Un señor catedrático de Historia Medieval y nuestro paisano escritor Antonio Adámez.
Las charlas duraron unos veinticinco minutos, fue muy amena y gratificante para todos los Orellanenses que asistimos a dicho acto que una vez terminado aprovechamos para tomar una cervezas en la plaza mayor, en la cual estaba instalado un gran mercadillo medieval, el ambiente era lo propio del siglo XIII. Al mirar la majestuosa estatua ecuestre de Francisco Pizarro recordé también al otro el Francisco Orellana que dejando estos campos y sus ganados, cambiaron la zamarra por las corazas, el cayado (garrote) por la espada y en actitud conquistadora se pusieron a la cabeza de un puñado de valientes que conquistaron los Perules, causando el terror de los Incas y la admiración del mundo.
La fiesta la terminamos en el acogedor bar “MILENUN” donde su regente Mariano Guisado nos atendió con la amabilidad de costumbre.
Eso para que se enteren ustedes Vicente, Mariquillo, Toñin, Antonio Ramirez y algunos más.
Desde nuestro pueblo. Víctor Sanz.
Crónica Orellanense Trujillana.
Con la amabilidad que le caracteriza, Antonio Cabanillas se ofreció llevarme con el y su señora a Trujillo para asistir a la presentación de los tres libros que nuestro entrañable paisano Antonio Adámez tiene publicado. Para tal evento eligió la
fundación “obra Pía de los Pizarros” el maravilloso marco que ofrece el Palacio de los Barrantes- Cervantes, recientemente restaurado.
Salimos sobre las seis de la tarde, en el trayecto de ida podíamos observar las riquezas de esta nuestra tierra Extremeña, lo maravilloso de sus campos floridos por causa de la incipiente primavera y que mis observadores ojos iban viendo y acumulando en mi cerebro multitud de ideas que posiblemente nunca podré desarrollar y plasmar en algún momento. Veía el trasiego “hormeguil” de los automóviles moviéndose en todas direcciones presurosos por llegar a su destino quizás habiendo terminado con su faena y en busca del merecido descanso, veía a los labriegos allá finalizando su labores campestre, allá el ganando ovejil con la cabeza gacha, y por un camino pasaba una recua de caballos entre la música de sus relinchos (que yo no podía oír) pero si intuía porque sus patas y resoplidos levantaban hacia lo alto unas nubecillas de polvo amarillento iluminadas por el sol poniente.
Cerca ya de Trujillo nos recibieron los inmensos berrocales, y a lo lejos, perezosamente principiaban a encenderse las bombillas multicolores de la ciudad.
El grandioso Palacio de los Barrantes- Cervantes nos acogió con la honorabilidad de sus viejas y graníticas piedras y la amabilidad de un joven conserje que nos enseño todas sus dependencias. Este mismo conserje se encargo de presentar a los componentes de la mesa, señorita concejala de Cultura, director de la Fundación Obra Pía de los Pizarros
Un señor catedrático de Historia Medieval y nuestro paisano escritor Antonio Adámez.
Las charlas duraron unos veinticinco minutos, fue muy amena y gratificante para todos los Orellanenses que asistimos a dicho acto que una vez terminado aprovechamos para tomar una cervezas en la plaza mayor, en la cual estaba instalado un gran mercadillo medieval, el ambiente era lo propio del siglo XIII. Al mirar la majestuosa estatua ecuestre de Francisco Pizarro recordé también al otro el Francisco Orellana que dejando estos campos y sus ganados, cambiaron la zamarra por las corazas, el cayado (garrote) por la espada y en actitud conquistadora se pusieron a la cabeza de un puñado de valientes que conquistaron los Perules, causando el terror de los Incas y la admiración del mundo.
La fiesta la terminamos en el acogedor bar “MILENUN” donde su regente Mariano Guisado nos atendió con la amabilidad de costumbre.
Eso para que se enteren ustedes Vicente, Mariquillo, Toñin, Antonio Ramirez y algunos más.
Desde nuestro pueblo. Víctor Sanz.