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Milord informa.
Crónica Orellanense.
Marzo nos está sirviendo un tiempo espléndido, primaveral, más que templado, casi caluroso. Era lo que estábamos pidiendo con tanta devoción, cuando las últimas lluvias de Febrero nos tenían acobardados. Los vientos con que nos obsequia Marzo, aunque no menos espléndidos porque soplan sin cansancio y a todo gasto, no nos parecen tan aceptables, porque soplan del Saliente, que en esta región son considerados en todo tiempo, como de mal “soplillo”. Marzo se despide, no obstante esta leve falta del viento, con todos los pronunciamientos favorables. Todos estábamos tan contentos y tan satisfecho con el cambio operado en el tiempo, cambio radical, de frente; pero la unaminidad con que aplaudimos la ausencia de lluvias, está próxima a romperse, si es que no está ya rota; porque los labradores, que hace muy pocos días sentían estremecimientos de terror cada vez que el cielo sen encapotaba y amenazaba con lluvia, están deseando que unas chaparraditas vengan a regar las siembras. La solidaridad no se ha hecho para nosotros, siempre hemos de tener los intereses opuestos, encontrados; siempre en guerra, en lucha perpetua, en contra los unos de los otros.
Estamos preparándonos para celebrar la Semana Santa. Por algunas calles no se ven más que blanqueos de fachadas y fregoteo de aceras, para que al pasar las vecinas no puedan decir con razón “ pero esta Fulana que sucias es” aunque estén seguras de que sin razón, lo han de decir. Nuestra Semana Santa decae, las procesiones se celebran cada año con menos concurrencia, y puede decirse que la escasa que en ellas vemos, son gente que no las lleva la devoción, si no el deseo de protagonismo al lucir buenos vestidos y ricas joyas. Y gracias a Dios que las Reverendas Madres Monjiles, parece que se han retirado con todas las Novicias a hacer no se que Ejercicios Espirituales, por lo cual creo que nos esperan días de Paz y tranquilidad.” Esperemos que a si sea”.
Desde nuestro pueblo. Víctor Sanz.
Crónica Orellanense.
Marzo nos está sirviendo un tiempo espléndido, primaveral, más que templado, casi caluroso. Era lo que estábamos pidiendo con tanta devoción, cuando las últimas lluvias de Febrero nos tenían acobardados. Los vientos con que nos obsequia Marzo, aunque no menos espléndidos porque soplan sin cansancio y a todo gasto, no nos parecen tan aceptables, porque soplan del Saliente, que en esta región son considerados en todo tiempo, como de mal “soplillo”. Marzo se despide, no obstante esta leve falta del viento, con todos los pronunciamientos favorables. Todos estábamos tan contentos y tan satisfecho con el cambio operado en el tiempo, cambio radical, de frente; pero la unaminidad con que aplaudimos la ausencia de lluvias, está próxima a romperse, si es que no está ya rota; porque los labradores, que hace muy pocos días sentían estremecimientos de terror cada vez que el cielo sen encapotaba y amenazaba con lluvia, están deseando que unas chaparraditas vengan a regar las siembras. La solidaridad no se ha hecho para nosotros, siempre hemos de tener los intereses opuestos, encontrados; siempre en guerra, en lucha perpetua, en contra los unos de los otros.
Estamos preparándonos para celebrar la Semana Santa. Por algunas calles no se ven más que blanqueos de fachadas y fregoteo de aceras, para que al pasar las vecinas no puedan decir con razón “ pero esta Fulana que sucias es” aunque estén seguras de que sin razón, lo han de decir. Nuestra Semana Santa decae, las procesiones se celebran cada año con menos concurrencia, y puede decirse que la escasa que en ellas vemos, son gente que no las lleva la devoción, si no el deseo de protagonismo al lucir buenos vestidos y ricas joyas. Y gracias a Dios que las Reverendas Madres Monjiles, parece que se han retirado con todas las Novicias a hacer no se que Ejercicios Espirituales, por lo cual creo que nos esperan días de Paz y tranquilidad.” Esperemos que a si sea”.
Desde nuestro pueblo. Víctor Sanz.
