ORELLANA LA VIEJA: Buenas tardes Chele, una vez más mi agradecimiento...

Milord informa

Crónica Orellanense 3ª de marzo.

No es mucho lo que tengo que contarles, pero es lo suficiente para que no tenga que inventarme nada al escribir esta crónica; me basta con relatar lo que ocurre, que no es ahorrarme poco trabajo.

¿Subida o bajada? Por la calle Iglesia lo digo, tendremos que darles otro golpecito a los “Filisteos” para que no se duerman y es que según confiesan algunos de nuestros queridísimos señores ediles, que se han resentido por mis amables insinuaciones, no es el Adalid de turno el único a quien debe culparse de la pasmosa lentitud de las obras que se están realizando tiempo ha, en la sufrida calle de la Iglesia. Se comenta y se rumorea (de la revista Maiserrana) que cierto colectivo de nuestro pueblo ha entrado en gran desazón porque este año las tradicionales procesiones de Semana Santa, no podrán seguir su acostumbrado recorrido por las calles que habitualmente siempre lo hicieron. Yo daría mi opinión para un nuevo itinerario, pero en este caso no lo hago para evitar plagio.

El caso es que la señora comisión que se dice de gobierno o de obras, se sacude a su vez las moscas declinando la responsabilidad en algún que otro director técnico que tendrá en la mollera hacer no se que estudios y proyectos. Vamos, que si, lo de siempre; el último mono es el que se ahoga, y le harán cargar con el mochuelo. Claro que nuestros ediles tienen una baza en su favor, la magnifica y magistral obra que se esta llevando a cabo en la dichosa calle, el trabajo realizado que no acabado, de la plazoletilla de correos, es una verdadera gozada de filigranas digna de cualquier casa de la antigua Roma, unos mosaicos en forma de espigas señalan varios aparcamientos separados en un alterne de granito rojo y gris de la Serena, da asombro por la perfección llevada acabo en la nivelación de las teselas, (que así debieran llamarse porque los pequeños adoquines no superan los cinco centímetros).

La calle que da acceso a la puerta norte de la Iglesia, esta casi terminada, esta vez el adoquinado forman unos rectángulos con divisiones en granito rosa. Para mi fue una gran lastima (lo llamaría sacrilegio) el que hayan tenido que sacrificar el precioso Magnolio de más de treinta metros de altura que se encontraba en una de las esquinas de la Iglesia y que fue plantado por nuestro querido ex párroco Fermín Solano. (treinta y tres puntos negativos para los ecologistas Orellaneses que no estuvieron al loro como debieron para salvarle).

Y marzo al final volvió el rabo, así que cada día se hace más angustiosa la situación de nuestros labradores. Se entolda el firmamento, corre el viento frío y endemoniado todo hace creer que la lluvia va a precipitarse sobre nosotros como torrente desbordado, y nada, la amenaza no se cumple; todo lo más cae sobre nosotros algunas gotitas salpicadas que no sabemos si proceden de las nubes, o son lagrimas de nuestro labradores, en fin.... “poh pa mi q´ue el mundo esi ehta mu mal jechu”.

Termino esta crónica en mi cabaña de las Tenerías: Es de noche ya bien entrada y no hay luna, pero es una noche dulce de ensueño, en el oscuro lienzo que semeja el cielo, bordadas en plata, miríadas de estrellas y cientos de luceros parpadean con brillo argenteo, todo esta quedo, nada perturba la calma que en los campos reina por todas partes, todo es silencio y así seguirá mientras la noche avanza rodando, rodando y saltando, saltando de hora en hora, después poco a poco ira muriendo entre aromas de sarmientos, de perales, de tomillos, de cantuesos.

Desde Orellana la Vieja. Víctor Sanz.

Buenas tardes Chele, una vez más mi agradecimiento por ponerla y mi felicitación a Victor por escribirla. Extraordinaria como siempre Milord.

Un abrazo,
M. Marcos.