Amigo Galeano: ahora, cuando llegue al
pueblo, buscaré algo entre mis achiperres de
pesca que duermen el sueño de los justos hace por lo menos quince años después de olerlos los "güevos" a humo del fuego de cien mil batallas. Seguro que hay algún sagarra. ¿Qué hago con él si lo encuentro? A ver si hay por ahí alguna caja de carretes y te lo mando cuando regrese a
Madrid.