ORELLANA LA VIEJA: Crónicas de fútbol....

Crónicas de fútbol.

He jugado al fútbol durante muchos años, siempre me ha gustado ganar, incluso en los entrenamientos, me encantaba marcar goles entre más mejor, disfrutaba, y mucho, con las victorias y me entristecía, y mucho, con las derrotas.

N. de Pela, Campanario, Castuera, Talarrubias, Madrigalejos, etc, etc, eran equipos bastante igualados al que tenía Orellana por lo que en unas ocasiones se ganaba y en otras se perdía… los viajes, la equipación y demás menesteres corrían a cargo del “futbolista”. Pocas veces se echaba la culpa al árbitro. Nos sentíamos deportistas y aceptábamos las derrotas… unas veces mejor que en otras… pero siempre a la vuelta en el autobús o furgoneta regresábamos cantando… anda Dolores, … el pañuelo de seda… etc. El partido había terminado, nos habíamos divertido y bueno… la próxima vez tendríamos más suerte.

… Pasaron los años y mi hijo mayor comenzó a jugar al fútbol, al principio no iba a verlo pero cuando fichó por un equipo de la Capital (Plus Ultra) para jugar en Liga Nacional de Juveniles y había que viajar a Málaga, Granada, Jaén, Melilla, etc, empezamos a acompañarle y así pase de papá aficionado a papá “forofo”, si ganaban mi hijo era un fenómeno, si perdían el árbitro tenía la culpa… las excusa más fáciles, más simples y pueriles estaban tan prisioneras de mi verdad que hasta me parecían reales.

… Han seguido pasando los años… después jugó en Preferente, Autonómica y Tercera División y sus papás cada vez más “forofos” y si perdían otra vez con los mismos argumentos, los árbitros, los árbitros y los árbitros,… sin hacer autocrítica, sin poder entender que los demás también juegan y muchas veces bastante mejor. Nada, que tenían que ganar siempre para sentirme feliz e incluso llegué a tal estado de “forofismo” que aun ganando si no marcaba mi hijo no me encontraba bien.

… Han pasado más años y ahora comprendo la diferencia entre aficionado y “forofo”. Creo que nunca igualaré las alegrías con las “rabietas”. Se me escaparon algunas palabras “gruesas” y desearía disculparme con los árbitros, líneas, etc., porque no se lo merecían ni aún mereciéndoselo. Equivocarse es de humanos y lo demás estaba solo en mi imaginación, en mi “forofismo” y en mi no saber perder.

Saludos,
M. Marcos.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Amigo Miguel: la veteranía es un grado y los años nos hacen vez las cosas con más calma y serenidad.
Amigo Miguel.
Entonces según tu teoría, todo el mundo, menos los barcelonistas somos forófos del futbol, porque el que no reconozca las evidencias, no le gusta el fútbol o no lo entiende. Claro que un arbitro se puede equivicar, y más si los jugadores le confunden, porque eso se llama trampas. Claro que pueden equivicarse, pero el que se equivica a buena fé, se equivoca para los dos lados igual, porque si se equivoca siempre para el mismo, dos arbitros diferentes, da la sensación que se lo han mandado ... (ver texto completo)