Milord informa.
Crónica Orellanese, Mayo de 2011.
Sosegada y tranquila la última semana que hemos pasado; semana sosa en la que para registrarse algo interesante, había que inventárselo. El tiempo comprendiendo que se había excedido algo y que había ido quizás más allá de lo que se propuso en su deseo de hacernos probar sus rigores abrasadores (el sábado pasado hacía un calor insoportable de los que se fríen huevos en el asfalto, posi mire usted), pero arrepentido del exceso, ha dado unos cuantos pasos atrás y nos está regalando la existencia con vientos (solanos como no,) frescos y agradables unas veces y fríos otras hasta hacernos tiritar.
Los labradores están satisfechos de un tiempo tan complaciente y adecuado para la madurez de sus cosechas, y hoy fiesta de su patrón San Isidro bailaron de gusto por tanta fortuna. El día se presentaba magnifico aunque empañado por el fuerte viento solano que a más de uno haría tiritar.
Nuestra querida juventud tampoco estaba quejosa de este día, puesto que a pesar del fortísimo viento les ha permitido lucirse a sus anchas.
Un poquito antes de las siete treinta de la mañana comenzaban las explosiones de los cohetes despertando a todo bicho viviente con el consiguiente escándalo en tinaos y corralones producidos por los ladridos de los miedosos perros y naturalmente el alboroto de gallos y gallinas. “Vamos que ya empezamos a disfrutar de las ventajas que proporciona siempre el cambio de Alcaldía, y es que este año nuestros ediles han tirado la casa por la ventana, y de lo lindo tratan de agradar a los posible votantes de nuestro municipio”. En fin, quien no les conozca, les compre.
A las doce según lo previsto llegaron a la plaza del Santo las cinco carrozas participantes. 1ª:
Abría la comitiva carroceril una bonita representación del restaurante de nuestra galardonada Playa Costa Dulce; lo más llamativo, un helicóptero de color gris plateado encima del techo del restaurante con el nº 112 quizás como homenaje al Servicio Extremeño de Salud por lo buenos servicios prestados por este artilugio volador. 2ª: Detrás una gran elefanta de color grisáceo elevaba su trompa hacia el cielo guarnecida de largos colmillos marfileños de más de medio metro de largo, estaba acompañada de un tierno y pequeño elefante también del mismo color y como fondo la fachada de una pagoda India. 3ª: Seguía un preciosísimo Carrusel de feria con sus caballitos de diferentes colores, a destacar la columna central que sostenía el paraguas, de estilo Salomónico rodeada de flores de colores con brillantes dorados. 4ª: Seguidamente un bello palacio Árabe que como no podía ser menos estaba cuajado de Arabescos en la totalidad del templete, a destacar el finísimo acabado del interior de cúpula, su belleza invitaba a orar hacía la Meca cual si de un Mihrab se tratara. 5ª y última: Un recogidito parque infantil con sus columpios, toboganes y niños incluidos, muy original y bonita. (los niños vivos claro).
Buena actuación la de los caballos y sus jinetes, cada cual puso empeño en demostrar sus habilidades aunque los aplausos llegaron con más ardor y entusiasmo cuando una bonita y elegante yegua torda llamada Luna hizo alarde de su saber y del buen entrenamiento de su jinete por lo que a cada repiqueteo de los cascos del animal al chocar rítmicamente contra el asfaltado suelo, respondía el venerable público con entusiasmados aplausos.
Como anécdotas dos que merezca la pena mencionarse: La desafortunada irrupción de un carricoche de caballos con un estilo Andaluz con jóvenes mozas vestidas con trajes de Sevillanas más adecuadas para asistir a una feria de Sevilla o del Rocío que a una romería Extremeña. Claro que en la variedad esta el gusto, “el suyo no el mío”. La otra fue el vuelco de una berlina con sus ocupantes, pero que gracias a Dios solo quedó en un morrocotudo susto, saliendo ilesos dichos ocupantes.
Se regalaron miles de sombreros de paja para aliviar los calores del ardoroso sol que estos días son abrasadores. La caldereta creo que fue muy buena, pero sé de buena tinta que se compraron cientos de rollos de papel higiénico... por si las moscas.
Nuestro Estado de la Serena esta cambiando de color, sus alomados cerros se están vistiendo de un bello color amarillo de paja. Precioso.
Desde Orellana la Vieja Víctor Sanz.
Crónica Orellanese, Mayo de 2011.
Sosegada y tranquila la última semana que hemos pasado; semana sosa en la que para registrarse algo interesante, había que inventárselo. El tiempo comprendiendo que se había excedido algo y que había ido quizás más allá de lo que se propuso en su deseo de hacernos probar sus rigores abrasadores (el sábado pasado hacía un calor insoportable de los que se fríen huevos en el asfalto, posi mire usted), pero arrepentido del exceso, ha dado unos cuantos pasos atrás y nos está regalando la existencia con vientos (solanos como no,) frescos y agradables unas veces y fríos otras hasta hacernos tiritar.
Los labradores están satisfechos de un tiempo tan complaciente y adecuado para la madurez de sus cosechas, y hoy fiesta de su patrón San Isidro bailaron de gusto por tanta fortuna. El día se presentaba magnifico aunque empañado por el fuerte viento solano que a más de uno haría tiritar.
Nuestra querida juventud tampoco estaba quejosa de este día, puesto que a pesar del fortísimo viento les ha permitido lucirse a sus anchas.
Un poquito antes de las siete treinta de la mañana comenzaban las explosiones de los cohetes despertando a todo bicho viviente con el consiguiente escándalo en tinaos y corralones producidos por los ladridos de los miedosos perros y naturalmente el alboroto de gallos y gallinas. “Vamos que ya empezamos a disfrutar de las ventajas que proporciona siempre el cambio de Alcaldía, y es que este año nuestros ediles han tirado la casa por la ventana, y de lo lindo tratan de agradar a los posible votantes de nuestro municipio”. En fin, quien no les conozca, les compre.
A las doce según lo previsto llegaron a la plaza del Santo las cinco carrozas participantes. 1ª:
Abría la comitiva carroceril una bonita representación del restaurante de nuestra galardonada Playa Costa Dulce; lo más llamativo, un helicóptero de color gris plateado encima del techo del restaurante con el nº 112 quizás como homenaje al Servicio Extremeño de Salud por lo buenos servicios prestados por este artilugio volador. 2ª: Detrás una gran elefanta de color grisáceo elevaba su trompa hacia el cielo guarnecida de largos colmillos marfileños de más de medio metro de largo, estaba acompañada de un tierno y pequeño elefante también del mismo color y como fondo la fachada de una pagoda India. 3ª: Seguía un preciosísimo Carrusel de feria con sus caballitos de diferentes colores, a destacar la columna central que sostenía el paraguas, de estilo Salomónico rodeada de flores de colores con brillantes dorados. 4ª: Seguidamente un bello palacio Árabe que como no podía ser menos estaba cuajado de Arabescos en la totalidad del templete, a destacar el finísimo acabado del interior de cúpula, su belleza invitaba a orar hacía la Meca cual si de un Mihrab se tratara. 5ª y última: Un recogidito parque infantil con sus columpios, toboganes y niños incluidos, muy original y bonita. (los niños vivos claro).
Buena actuación la de los caballos y sus jinetes, cada cual puso empeño en demostrar sus habilidades aunque los aplausos llegaron con más ardor y entusiasmo cuando una bonita y elegante yegua torda llamada Luna hizo alarde de su saber y del buen entrenamiento de su jinete por lo que a cada repiqueteo de los cascos del animal al chocar rítmicamente contra el asfaltado suelo, respondía el venerable público con entusiasmados aplausos.
Como anécdotas dos que merezca la pena mencionarse: La desafortunada irrupción de un carricoche de caballos con un estilo Andaluz con jóvenes mozas vestidas con trajes de Sevillanas más adecuadas para asistir a una feria de Sevilla o del Rocío que a una romería Extremeña. Claro que en la variedad esta el gusto, “el suyo no el mío”. La otra fue el vuelco de una berlina con sus ocupantes, pero que gracias a Dios solo quedó en un morrocotudo susto, saliendo ilesos dichos ocupantes.
Se regalaron miles de sombreros de paja para aliviar los calores del ardoroso sol que estos días son abrasadores. La caldereta creo que fue muy buena, pero sé de buena tinta que se compraron cientos de rollos de papel higiénico... por si las moscas.
Nuestro Estado de la Serena esta cambiando de color, sus alomados cerros se están vistiendo de un bello color amarillo de paja. Precioso.
Desde Orellana la Vieja Víctor Sanz.