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ORELLANA LA VIEJA: Víctor, se me olvidó decirte que me ha hecho mucha...

Milord informa.
Crónica Orellanense de Junio.

Este mes hemos presenciado el más hermoso espectáculo que el hombre puede admirar alguna que otra vez, en este pícaro mundo lleno de miseria y desengaño.
La luna lunera quiso el día 15 mostrarnos su colorada cara eclipsada para augurarnos unos calentitos y bochornosos días finales de este mes “Sanjuanero”, porque a decir verdad, si no hemos terminado en la parrilla como san Lorenzo, poco lo ha faltado.
En cambio no hay más que ver la cara de alegría y satisfacción de nuestros agricultores que pueden dedicarse a la recolección de sus mieses (la trilla en las eras son muy obsoletas, así que punto y aparte) sin temor a que una intrusa tormenta de verano les agüe la fiesta. ¡Ah! ¿Y la sonrisita de los “Chiringotero”? que hace tiempo están vendiendo productos (elaborados quien sabe dónde) en sus elegantes kioscos y chiringuitos playeros para hacernos reconocer que el asfixiante calor que padecemos está haciendo de las suyas.
La velada, como aquí se llama a la noche de san Juan, pasó sin pena ni gloria y sin hogueras sobre todo en el interior pueblerino Orellanense: Eso sí, el Efebo solar siguió apretando con sus ardorosos rayos a todo bicho viviente y a muchos que lo estaban deseando para desquitarse de las rabietas pasadas, felizmente lo han conseguido con creces. En estos días los que se habían hecho la ilusión de que íbamos a disfrutar aquí de un veranito fresco, como los que emigran a las montañas de Santander o a las frescas llanuras de las Estepas Rusas, pues han vuelto sobre sus acuerdos convencidos de que la tierra habrá empezado a enfriarse por alguna otra parte menos por esta desventurosa sartén, en la que nos hemos de freír si continua en alza estas endiabladas temperaturas.
Los “chiringoteros” están contentos. Porque no hacen más que acarrear condumios gaseoseros a sus establecimientos para extinguir el fuego que abrasa los pechos de muchos parroquianos, y los labradores que no tienen más que dejar tendido al soleil en las eras o donde fuere el pasto, para que el sol se lo trille y pulverice con sus rayos caniculares. Y estará contenta nuestra juventud que puede lucir sus cuerpos serranos y sus galas vaporosas, que con los vapores que se desprenden del piso de las calles y de los paseos constituyen un cúmulo de vapores que ni los que se aglomeran en una carretera de gran tráfico. Así que…Tutti contenti y yo me alegro aunque sude la gota gorda.
Las que no parece pasar calor son las obras de la calle Iglesia porque a lo mejor para un invierno cualquiera pudieran estar terminadas, pero el amargor de esta pena con algo hemos de pasarlo así que me comunicaron que trae la “Compañía” un repertorio para cuatro años de obras numerosas alegres y decididas etcétera, etc, así que con el calor que esta haciendo y mientras los “Cómicos” y el pantano tenga sus aguas abiertas y los…”Barítonos” nos canten tangos y pasodobles con su malicia y si pueden con algo de guasa, no hará en nosotros mella los sinsabores que nos esperan.

El azul añil de la noche se hace cada vez más diáfano, y aparece el sol enviando sus rayos hacia las amarillentas orillas del embalse, testigo mudo de idilios amorosos y donde al despuntar el día atronan el espacio con sus trinos armoniosos miles de pajarillos que saludan con júbilo el nuevo día. Las aguas del Pantano de un purísimo azul celeste semeja una gran turquesa oriental en el cinturón de Orellana.
Pues desde Orellana la Vieja. Víctor Sanz.

Víctor, se me olvidó decirte que me ha hecho mucha gracia lo de los "chiringoteros". Habrá que enviar la nueva palabra a la Real Academia de la Lengua... jajaja...
¡Qué bonita frase dedicas, al final, al pantano! La verdad es que está precioso y digno de contemplar.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Bueno si, cuando se quiere a la tierra en que naces no hay que escatimar halagos y mas si son verdad lo que se ve. Tu que eres maestra, ama de casa y pintora se que comprendes como así lo afirmas lo que digo.
Esa explosión de matices de amarillos al blanco que hace resaltar las manchas oscuras de las encinas es un don privilegiado que tenemos los Orellanenses y dirigido también a todos los visitantes.
Espero que el “banderillero” ese, no haya sacado nada en claro y se fuera con viento fresco, ... (ver texto completo)