A finales de los 60, principio de los 70, en la plaza se montaba la feria: los coches de choque, el tiovivo, el tren de la bruja..... Alrededor de la plaza había 8 ó 10 mimosas que al llegar la primavera daban unas pinceladas amarillas al entorno y se reflejaban en los charcos que se formaban tras la lluvia, pues entonces toda la plaza era de tierra. Los domingos por la mañana la plaza se llenaba de olor a churros recién echos por la sra. Petrilla. En la misma acera de la churreria, a 50 ó 60 metros me llevaba mi madre a cortar el pelo al barbero, recuerdo las tijeras que usaba, que eran semejantes a las de esquilar las ovejas.....