Leche, se me ha puesto el poco pelo de punta cuando he visto a Agustin. Con la de veces que pasaba por su casa para ir de mi calle a la calle Corredera a ver a mi amigo Juan Medina sin dar la vuelta, la paciencia que tenia, parece que estoy viendo las bacaladas y las sardinas prensadas, el saco de los garbanzos y las lentejas, con su pala de punta. Y la Cipriana siempre contenta de verme, cada vez que entraba pedia permiso, y daba los buenos dias y las gracias, y el tio Agustin decia "que bien enseñao esta este Galianillo"