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ORELLANA LA VIEJA: ¡Cómo me acuerdo de las cañas que hacía mi padre...!...

LA PESCA CON CAÑA
Las cañas se cogían de los cañaverales que se criaban a la orilla del rio y huertos, todavía nos queda uno de estos en la zona que denominamos “la Calza Carreta”, bien cerca del pueblo de Orellana.

Se elegía la caña más larga y derecha. Muchas de estas cañas se cortaban verdes y se las moldearían en las casas para darlas la forma de totalmente recta. Cuando la caña estaba lista para pescar, se cortaba en barios tramos. Entre tramo y tramo se metía un tubo de hierro para poder ensamblar unos tramos con otros, para que no abultara mucho a la hora de trasportarla. Normalmente estas cañas se llevaban en burros que era el medio más adecuado para ir de pesca allá por el año 1966.

Las anillas que se montaban en estas cañas estaban hechas con alambre, teniendo la peculiaridad de castigar mucho a los hilos hasta llegarlos a cortar en un plazo corto de tiempo.
Normalmente con las cañas no se lanzaba nunca, puesto que los carretes que existían en esa época no valían para desarrollar ese trabajo. Una forma de lanzar, era sacando hilo por la puntera dejándolo caer al suelo y cuando se comprendía que se había sacado el hilo suficiente hasta llegar al cebadero, se cogía de la punta, y con el peso de una bala de plomo, dando vueltas al estilo oeste, se dejaba ir el hilo hasta lanzarlo al sitio cebado.

La caña tampoco sacaba al pez, el pez una vez picado se sacaba cogiendo el hilo con las manos y a pequeños tirones como si tirásemos de una cuerda hasta que el pez se cansaba y le sacaban del agua. En conclusión, la caña era una manera de tener el hilo tirado tenso y por comodidad y adorno disfrutar de la picada al doblar la puntera de la caña una de las picadas.
En años posteriores sí se disfrutaría de estas cañas, al existir carretes y anillas de china o porcelana que no cortaban el hilo.
Os hablo de la pesca de la carpa o del barbo, que en el pantano de Orellana son peces de mucho peso. Los peces más pequeños se pescaban con estas mismas cañas, pero la caña en mano.

¡Cómo me acuerdo de las cañas que hacía mi padre...! Tenía muchas y es verdad, constaban de varias partes, las llevaba atadas, se las colgaba del hombro y allí en el río unía las partes para formar la caña. Recuerdo las bayuelas que hacía con corcho y el cañón de una pluma.
Antonio, qué recuerdos tan bonitos me trae esta pesca con caña...