Juana, mira cómo están las palmiras de Villaflorida.
Olvidé, y no quería a Antonio Ramírez, que allí estaba con todos nosotros. Y a quién también recordé fue a mi primo Abel, que no pudo estar porque sus hijos le reclamaron en Badajoz. Abel, a ver si me envías la fotografía del cuadro. Seguro que Juani no te lo dijo.