Lo que si te digo,
amigo Luis, que yo disfruto mucho haciendo lumbre en mi cocina. Dos días antes de regresar a
Madrid, estuve echando el abono a los
olivos y me
traje dos "jaces de tumillos" y tres de jara seca que arden como la tea. A ver si nos juntamos en alguna ocasión y asamos un buen pestorejo que, aunque mi colesterol no me lo permite, hacemos un poco el gusto gordo y no se entera.
Saluda a la tía Pepa.