Campanera.
Ya quisieran muchos y muchas vivir como vive ese perdigón.
Ocho meses en un voladero de tres metros cuadrados y tres meses en su casa disfrutando de sus peleas, pero entre rejas para que no le pegue nadie.
Cuantos están entretejas y los pegan todos los días, y cuantos todos los días están en guerra.
Así que creo que es un privilegiado con el dueño que le ha tocado.
Un saludo.
Ya quisieran muchos y muchas vivir como vive ese perdigón.
Ocho meses en un voladero de tres metros cuadrados y tres meses en su casa disfrutando de sus peleas, pero entre rejas para que no le pegue nadie.
Cuantos están entretejas y los pegan todos los días, y cuantos todos los días están en guerra.
Así que creo que es un privilegiado con el dueño que le ha tocado.
Un saludo.