El encuentro
Pasando, semana Santa,
nos quedamos esperando a el encuentro de la Virgen
y este su Resucitado.
Escalofríos me entran cuando se acerca este día
de esta procesión bonita que nos ofrece esta villa,
Preparando están los mozos las calles de este mi pueblo,
de noche, de madrugada,
de jaramagos y poleos,
los balcones y ventanas adornados de palmeras y guirnaldas,
las calles llenas de hierbas hacen que en el aire la marea de madrugada,
se respire un olor de tomillo y la banda que de niño recordara.
Antes que el alba nos ofrezca su candor,
los cohetes subirán a el cielo por lo mayor,
explotarán en el aire anunciándonos a todos que el Señor Resucitó.
Con paso firme y despacio,
en los hombros de mujeres la Virgen busca a su amado,
en los hombros de los hombres, llevan al Resucitado,
esperando ver su madre que por la calle a pasado,
una explosión de pasión nace en mi corazón,
miro a la gente que llora ruborizado por dentro,
me destiemplo al mirar,
a la Virgen y a su hijo,
como juntos se saludan,
emocionando a la gentes aplaudiendo con locura.
Todo es jubiló y contento por fin se han encontrado,
toda la gente a la iglesia van con el Resucitado,
cantando salvas muy altas, por bajos sus alabanzas,
todo el pueblo está contento,
de procesión este día,
que el Señor resucitó y nos llenó de alegría.
Pasando, semana Santa,
nos quedamos esperando a el encuentro de la Virgen
y este su Resucitado.
Escalofríos me entran cuando se acerca este día
de esta procesión bonita que nos ofrece esta villa,
Preparando están los mozos las calles de este mi pueblo,
de noche, de madrugada,
de jaramagos y poleos,
los balcones y ventanas adornados de palmeras y guirnaldas,
las calles llenas de hierbas hacen que en el aire la marea de madrugada,
se respire un olor de tomillo y la banda que de niño recordara.
Antes que el alba nos ofrezca su candor,
los cohetes subirán a el cielo por lo mayor,
explotarán en el aire anunciándonos a todos que el Señor Resucitó.
Con paso firme y despacio,
en los hombros de mujeres la Virgen busca a su amado,
en los hombros de los hombres, llevan al Resucitado,
esperando ver su madre que por la calle a pasado,
una explosión de pasión nace en mi corazón,
miro a la gente que llora ruborizado por dentro,
me destiemplo al mirar,
a la Virgen y a su hijo,
como juntos se saludan,
emocionando a la gentes aplaudiendo con locura.
Todo es jubiló y contento por fin se han encontrado,
toda la gente a la iglesia van con el Resucitado,
cantando salvas muy altas, por bajos sus alabanzas,
todo el pueblo está contento,
de procesión este día,
que el Señor resucitó y nos llenó de alegría.