ORELLANA LA VIEJA: MI MADRE...

MI MADRE

Madre, el otro día observando mi ombligo, me detuve a pensar que pequeño y curioso testimonio de una conexión tan importante, que me recuerda como comenzó mi vida, como comencé a ser yo.

Hoy es difícil imaginar que alguna vez fuera tan pequeña, que dependía completamente de alguien, y ese alguien eras tu madre.

Tu me enseñaste mi primera mariposa y mi primer arco iris, estabas a mi lado cuando di mis primeros pasos, fuiste la primera persona que me hizo reír, y escuchaste que la primera palabra que dije fue: papá. Perdóname madre.

Me encanta que la gente diga que me parezco algo ti, porque es verdad tenemos los mismos ojos, y la misma nariz, y si los miras de cerca verás que hasta tenemos la misma mirada.

Siempre seré una parte de ti, porque tú me creaste. Has esculpido mi cara con un millón de gestos cariñosos. Me has enseñado todas las cosas importantes de nuestro mundo y mi lugar en el. Todo lo aprendí de ti, mientras te escuchaba y te observaba.

Has compartido conmigo todos los valores que te hacen tan especial: bondad, perdón, honestidad, perseverancia, consideración y paciencia.

También me enseñaste, que incluso el día mas terrible parece mejor con un vaso de leche y pan; lo que trato de decirte madre, es que eres la base sobre lo que se ha formado mi personalidad y solo me queda una palabra: GRACIAS! por todo.

Este escrito es para la persona que me enseñó su maravillosa manera de amar, que entregó sus sentimientos sin importar cual sea el final. Mi MADRE.