Milord informa
Crónica Orellanense julio de 2012
Como decía mi tío Manolito el Rifeño ¡Ja, ja cuánto me alegro! Sol espléndido, calor espléndido, sudor espléndido; estas han sido las esplendideces de esta semana. En el campo avanza la tarea de cosechar los escasos y raquíticos trigales ayudada esta recolección por tanta esplendidez calorífica aunque los labradores adquieren el triste convencimiento de que la cosecha no ha sido buena así que con tan infausto motivo, se les ve derramando amargo llanto a todas horas y hacer augurios desconsolados por tantas esplendideces.
En la playa y paseo adyacente los “chiringoteros” no se dan punto de reposo sirviendo a los parroquianos, víctimas de las calurosas esplendideces de esta semana, refrescos y otras especies azucaradas, y los que conservan en su hucha algunos euros escondidos comienzan a combinar itinerarios para buscar el fresco o refresco en otro lugar lejano; los que no tienen hucha, caja, ni euros, empiezan a hacer combinaciones más complicadas para conseguir reunir esos euros que los redima de la temperatura, y sudan lo que no es decible para reunirlos, y menos mal si los reúnen.
Nuestra adorable gente joven no cabe en si de gozo, las esplendideces de la semana por un lado y el remojón cotidiano por otro en las azulonas aguas de la playa (por lo demás con bandera azulona también), colma la medida de su felicidad, y con tales elementos lo tienen sobrado para resistir todas las temperaturas inimaginables; aunque sea la del rojo cereza.
Pero que nadie llegue a engaño, la juventud Orellanense maneja dinero, (y bastante por cierto) es de suponer que sus caritativos, permisivos y amantes padres se lo den, así que ¡venga alegría señores venga alegría! Como dice aquel viejo cuplé.
Con fecha del día 14 sábado del corriente tuvimos la satisfacción de procesionar a la Virgen del Carmen por las azules y tranquilas aguas del embalse de Orellana. Mario García fue el encargado de transportar la imagen de la virgen desde la iglesia de nuestro pueblo al club náutico, situado junto al vecino pueblo de Orellanita y el que también guió la barca que portaba la imagen. Esta vez ofició la ceremonia nuestro inolvidable Fermín Solano.
Ya caída la tarde y con la virgen en su barca comenzó la procesión acompañada por multitud de barquitas que ululaban de vez en cuando con su característico sonido bocinero los cuales demostraban entusiasmo y alegría, quizás desentonaran bastante las grotescas pasadas entre las barcas que hacían con sus motos acuáticas unos descerebrados e inconscientes exhibicionistas. En el ancón donde se ubica el chiringuito de Orellanita la comitiva hizo la primera parada donde las blancas voces de las mujeres cantaron el Salve Regina con acompañamiento de acordeón y todo que por cierto el acordeonista no pudo coger el tono del melodioso cántico de las féminas y salió por esos trigos de Dios. Pero por lo menos lo intentó.
Caía el crepúsculo y comenzaba la noche cuando la procesión llegó a la “Caseta Dolores” donde fue recibida la Virgen con cohetes y cánticos religiosos y una inmensa muchedumbre (quizás por que allí no cobran el impuesto revolucionario por aparcar) que la victoreaban sin descanso. Poco después llegaba a la playa “bandera azul” donde una callejera banda de música interpretó el Himno Nacional, para lanzarse después (como ¿no?) por unas estúpidas sevillanas que en nada pegaban en un acto religioso.
Poco después la Virgen fue transportada en un adornado tractor hasta la plaza del palacio de los Orellana,“nuestro palacio”, donde ya en sus andas la bajaron hasta la Iglesia.
Un toquecito cariñoso a nuestros ediles no les vendría mal, pues allá va.
¿Será verdad, pregunto yo, que por una de esas muchas casualidades que ocurren en la vida, tenga nuestro pueblo unas ordenanzas municipales? Todo pudiera ser; pero de haberlas, bien guardadas deben estar ¡caramba! Porque no se las ve por ninguna parte, lo que si ven nuestros vecinos es el desorbitado precio que tenemos que pagar por el agua y encima otro añadido por el saneamiento, ¿Qué diablos de limpieza y saneamiento es esta? No lo sé; lo único que puedo decir a ustedes (mi opinión) es que puntualmente todos los años por estas fechas nuestro Ayuntamiento velando por la salud del vecindario debiera negociar, amonestar e incluso presionar a la empresa encargada del suministro acuoso para que envíe a unos artistas (aunque sean músicos) que limpien el sarro acumulado que tienen los pozos del alcantarillado y viertan de vez en cuando unas gotitas de agua para que desaparezca el nauseabundo mal olor de las rejillas de la calle Hospital, plaza de España y principio de la calle el Pilar y varias más que sería largo de enumerar, y es que en honor a la verdad hay que decir que hace unos lustros que no se ve ninguna calle donde se lleve acabo una limpieza. Porque para embolsarse el dinero del impuesto de saneamiento buena prisa que se dan cobrando un servicio que no hacen: Así esta todo revuelto, mal oliente y sucio. Bonita feria de agosto nos espera como tengamos que usar caretas antigas.
Cualquier pescador que estuviera pescando en una de las orillas del embalse después de la procesión, escucharía el leve murmullo de las debilitadas olas que se produjeron con los motores de las barcas y que ahora llegaban mansamente a morir en las pizarrosas orillas del pantano como una oración. Nosotros también deberíamos formular una a la madre de Jesús y pedir por nuestro querido pueblo, nuestra región y para nuestros hogares la bienandanza y la paz.
Desde Orellana la Vieja Víctor Sanz.
Crónica Orellanense julio de 2012
Como decía mi tío Manolito el Rifeño ¡Ja, ja cuánto me alegro! Sol espléndido, calor espléndido, sudor espléndido; estas han sido las esplendideces de esta semana. En el campo avanza la tarea de cosechar los escasos y raquíticos trigales ayudada esta recolección por tanta esplendidez calorífica aunque los labradores adquieren el triste convencimiento de que la cosecha no ha sido buena así que con tan infausto motivo, se les ve derramando amargo llanto a todas horas y hacer augurios desconsolados por tantas esplendideces.
En la playa y paseo adyacente los “chiringoteros” no se dan punto de reposo sirviendo a los parroquianos, víctimas de las calurosas esplendideces de esta semana, refrescos y otras especies azucaradas, y los que conservan en su hucha algunos euros escondidos comienzan a combinar itinerarios para buscar el fresco o refresco en otro lugar lejano; los que no tienen hucha, caja, ni euros, empiezan a hacer combinaciones más complicadas para conseguir reunir esos euros que los redima de la temperatura, y sudan lo que no es decible para reunirlos, y menos mal si los reúnen.
Nuestra adorable gente joven no cabe en si de gozo, las esplendideces de la semana por un lado y el remojón cotidiano por otro en las azulonas aguas de la playa (por lo demás con bandera azulona también), colma la medida de su felicidad, y con tales elementos lo tienen sobrado para resistir todas las temperaturas inimaginables; aunque sea la del rojo cereza.
Pero que nadie llegue a engaño, la juventud Orellanense maneja dinero, (y bastante por cierto) es de suponer que sus caritativos, permisivos y amantes padres se lo den, así que ¡venga alegría señores venga alegría! Como dice aquel viejo cuplé.
Con fecha del día 14 sábado del corriente tuvimos la satisfacción de procesionar a la Virgen del Carmen por las azules y tranquilas aguas del embalse de Orellana. Mario García fue el encargado de transportar la imagen de la virgen desde la iglesia de nuestro pueblo al club náutico, situado junto al vecino pueblo de Orellanita y el que también guió la barca que portaba la imagen. Esta vez ofició la ceremonia nuestro inolvidable Fermín Solano.
Ya caída la tarde y con la virgen en su barca comenzó la procesión acompañada por multitud de barquitas que ululaban de vez en cuando con su característico sonido bocinero los cuales demostraban entusiasmo y alegría, quizás desentonaran bastante las grotescas pasadas entre las barcas que hacían con sus motos acuáticas unos descerebrados e inconscientes exhibicionistas. En el ancón donde se ubica el chiringuito de Orellanita la comitiva hizo la primera parada donde las blancas voces de las mujeres cantaron el Salve Regina con acompañamiento de acordeón y todo que por cierto el acordeonista no pudo coger el tono del melodioso cántico de las féminas y salió por esos trigos de Dios. Pero por lo menos lo intentó.
Caía el crepúsculo y comenzaba la noche cuando la procesión llegó a la “Caseta Dolores” donde fue recibida la Virgen con cohetes y cánticos religiosos y una inmensa muchedumbre (quizás por que allí no cobran el impuesto revolucionario por aparcar) que la victoreaban sin descanso. Poco después llegaba a la playa “bandera azul” donde una callejera banda de música interpretó el Himno Nacional, para lanzarse después (como ¿no?) por unas estúpidas sevillanas que en nada pegaban en un acto religioso.
Poco después la Virgen fue transportada en un adornado tractor hasta la plaza del palacio de los Orellana,“nuestro palacio”, donde ya en sus andas la bajaron hasta la Iglesia.
Un toquecito cariñoso a nuestros ediles no les vendría mal, pues allá va.
¿Será verdad, pregunto yo, que por una de esas muchas casualidades que ocurren en la vida, tenga nuestro pueblo unas ordenanzas municipales? Todo pudiera ser; pero de haberlas, bien guardadas deben estar ¡caramba! Porque no se las ve por ninguna parte, lo que si ven nuestros vecinos es el desorbitado precio que tenemos que pagar por el agua y encima otro añadido por el saneamiento, ¿Qué diablos de limpieza y saneamiento es esta? No lo sé; lo único que puedo decir a ustedes (mi opinión) es que puntualmente todos los años por estas fechas nuestro Ayuntamiento velando por la salud del vecindario debiera negociar, amonestar e incluso presionar a la empresa encargada del suministro acuoso para que envíe a unos artistas (aunque sean músicos) que limpien el sarro acumulado que tienen los pozos del alcantarillado y viertan de vez en cuando unas gotitas de agua para que desaparezca el nauseabundo mal olor de las rejillas de la calle Hospital, plaza de España y principio de la calle el Pilar y varias más que sería largo de enumerar, y es que en honor a la verdad hay que decir que hace unos lustros que no se ve ninguna calle donde se lleve acabo una limpieza. Porque para embolsarse el dinero del impuesto de saneamiento buena prisa que se dan cobrando un servicio que no hacen: Así esta todo revuelto, mal oliente y sucio. Bonita feria de agosto nos espera como tengamos que usar caretas antigas.
Cualquier pescador que estuviera pescando en una de las orillas del embalse después de la procesión, escucharía el leve murmullo de las debilitadas olas que se produjeron con los motores de las barcas y que ahora llegaban mansamente a morir en las pizarrosas orillas del pantano como una oración. Nosotros también deberíamos formular una a la madre de Jesús y pedir por nuestro querido pueblo, nuestra región y para nuestros hogares la bienandanza y la paz.
Desde Orellana la Vieja Víctor Sanz.