Tardía pero cierta, aqui teneis la crónica de este mes. saludos para todos los foreros.
Milord informa
Crónica Orellanense agosto 2012
Como estaba previsto el viernes día 10 se llevó a cabo el importante acto cultural del “espositorio” del mercadillo medieval.
Hacía el año 1340, se veían las campiñas pobladas de solitarios castillos feudales y vetustos conventos junto a los cuales se acurrucaban, chozas de barro y pequeños “aldeuchos” diseminados por nuestra vasta comarca extremeña. Pero ahora, “DUENDE” el grupo de teatro de nuestro pueblo nos hizo revivir aquellos medievales años con una magnífica muestra del hacer ciudadano de aquellos tiempos. El sitio elegido fue el incomparable marco de los muros del palacio de los Orellana: Al pie de la torre del homenaje una pareja de jóvenes labradores aventaban la paja de una parva ya trillada, seguíanles un herrero (que no era tal) pero si lo fue su padre, hombre de bien, querido y nunca olvidado. Justo al lado, un pequeño pero bien surtido taller de zapatero con todas las herramientas necesarias para este trabajo artesanal. Estimada y servicial la expositora de los trabajos del tejar, incluidos, mencales de ladrillos, adobes, burrillos y naturalmente de tejas. Alumbrados con la tenue luz de pequeñas antorchas no pude ver lo que mostraba una señora bien conocida por todos, ya que recorre el pueblo todos los días para llevarnos noticias. Una matrona señora de casa la seguía con todos los cachivaches que puedan haber en una cocina de aquellos tiempos, yares, sartenes, potes, calderos, trébedes etc, etc. Unas doncellas portadoras de calabazas ofrecían vino de pitarra y un trocito de bacalao a los visitantes.
Más allá, churros al por mayor con rosca incluida. Una valiosa colección de espadas antiguas componían el puestecito churrero (preciosas) y más preciosos aún un par de chiquillos (niño y niña) jugueteaban en sendos castillejos de madera.
Había también un juglar que cantaba con voz atiplada y aguardentosa, un pasaje de nuestra historia antigua.
A destacar el maravilloso canto de romances por parte del coro parroquial, que los entonaron muy, pero que muy bien. De pronto entre el fuerte murmullo ciudadano resonó un estentóreo grito (que ya le hubiera gustado oírle al pintor del famoso cuadro del ULU), fue poca cosa, sólo el mareo de un señor, posiblemente por la cantidad de gente reunida en tampoco espacio, (menos de trescientos metros cuadrados) o por el viento huracanado que hacía aquella noche y parecía soplar del mismo averno: La temperatura durante aquel día fue de 42 grados.
Mi enhorabuena a todos, actores y visitantes, esperemos que el año que viene lo vuelvan a repetir. Seguro que si.
Cualquier periodista o reportero llegaría a su redacción con la carpeta abarrotada de noticias, cosa extraña en un pueblo que como el nuestro, vive por lo general en Paz romana Octaviana Augusta.
No se quién diablos ha enredado la madeja, pero lo cierto, es que aquí estamos viviendo sin “Adalid”, y no es que la falta nos sea de absoluta precisión para nuestra existencia, pero por lo menos nos la amarga la incertidumbre de lo que puedan estar cociendo y sobre todo, de lo que ocurrirá. No me gusta meterme en estos belenes de política menuda, siempre nocivas para la tranquilidad y prosperidad de los pueblos, y no he de meterme en el de ahora, porque no hay cosa que me infunda más temor en mi ánimo naturalmente pacífico, que estos enredos locales; pero algo he de decir aunque no sea más que para lamentarme de lo que ocurre: Este algo se dirige única y exclusivamente a amonestar a “los blancos” y a “los negros” porque ninguno de ellos sienten los menores escrúpulos en sacrificar los intereses del pueblo en aras de caprichos pueriles, que no sirven para otra cosa mas que para ponernos de manifiesto la poquita enjundia que Dios les ha dado. ¡Válgame Dios! Cuánto nervio disparado, y estando ahí tan cerquita los baños romanos de Alange con sus aguas reparadoras, que los metería en caja con unas cuantas duchas. Si yo tuviera una poquita de autoridad para imponerme, les diría: Señores al baño general, al baño romano y que desaparezca de una vez tanta rabieta como les consume y tanta majadería como les obligan a hacer las rabietas”.
Y estos señores aprendices, después de que se les remoje bien la cabeza yo creo que habían de sentir un gran alivio y sobre todo al pueblo se le quitaría un gran peso de encima después del remojón.
Alguien tiene razón al paso que vamos tendremos que trasladar la plaza de España con Iglesia incluido, hacía las cercanías de la playa pues solo un ratito por las noches se veía al personal y sólo en las horas de baile (de doce a seis de la mañana) aparecían por estos andurriales, así que durante el día amanecía un pueblo solitario al igual que los pueblos mineros abandonados del lejano oeste americano; eso sí las calles abarrotadas de coches, coches a la derecha, coches a la izquierda, enfrente, detrás, demasiados coches.
Por lo demás... la feria normalita, bien los fuegos de “futurvisión” las luces, las mismas que el año pasado y varios castillos flotantes para la menudencia y poco más.
La peor parte del pastel de agosto ha sido para algunos bares que por su cercanía a las rejillas del alcantarillado han visto mermada la clientela pues que era intolerable, hediondo e insalubre tener que tomarse un aperitivo o unas cervezas a dos cuartas de una cloaca, bien podían nuestros administradores haberse “liao a tortazos” con la empresa suministradora de agua por no molestarse en limpiar o tirar unas gotas de agua para que los sifones de las mal olientes rejillas estuvieran al tanto. ¡Ja, ja! Me río yo del desorbitado impuesto del mantenimiento de saneamiento que todos tenemos que pagar ¿para qué?
Esperemos que para las fiestas del Cristo, no suceda lo mismo, aunque lo veo difícil y es que la lluvia que no acaba de aparecer no nos ayuda tampoco.
Desde Orellana la Vieja, Víctor Sanz.
Milord informa
Crónica Orellanense agosto 2012
Como estaba previsto el viernes día 10 se llevó a cabo el importante acto cultural del “espositorio” del mercadillo medieval.
Hacía el año 1340, se veían las campiñas pobladas de solitarios castillos feudales y vetustos conventos junto a los cuales se acurrucaban, chozas de barro y pequeños “aldeuchos” diseminados por nuestra vasta comarca extremeña. Pero ahora, “DUENDE” el grupo de teatro de nuestro pueblo nos hizo revivir aquellos medievales años con una magnífica muestra del hacer ciudadano de aquellos tiempos. El sitio elegido fue el incomparable marco de los muros del palacio de los Orellana: Al pie de la torre del homenaje una pareja de jóvenes labradores aventaban la paja de una parva ya trillada, seguíanles un herrero (que no era tal) pero si lo fue su padre, hombre de bien, querido y nunca olvidado. Justo al lado, un pequeño pero bien surtido taller de zapatero con todas las herramientas necesarias para este trabajo artesanal. Estimada y servicial la expositora de los trabajos del tejar, incluidos, mencales de ladrillos, adobes, burrillos y naturalmente de tejas. Alumbrados con la tenue luz de pequeñas antorchas no pude ver lo que mostraba una señora bien conocida por todos, ya que recorre el pueblo todos los días para llevarnos noticias. Una matrona señora de casa la seguía con todos los cachivaches que puedan haber en una cocina de aquellos tiempos, yares, sartenes, potes, calderos, trébedes etc, etc. Unas doncellas portadoras de calabazas ofrecían vino de pitarra y un trocito de bacalao a los visitantes.
Más allá, churros al por mayor con rosca incluida. Una valiosa colección de espadas antiguas componían el puestecito churrero (preciosas) y más preciosos aún un par de chiquillos (niño y niña) jugueteaban en sendos castillejos de madera.
Había también un juglar que cantaba con voz atiplada y aguardentosa, un pasaje de nuestra historia antigua.
A destacar el maravilloso canto de romances por parte del coro parroquial, que los entonaron muy, pero que muy bien. De pronto entre el fuerte murmullo ciudadano resonó un estentóreo grito (que ya le hubiera gustado oírle al pintor del famoso cuadro del ULU), fue poca cosa, sólo el mareo de un señor, posiblemente por la cantidad de gente reunida en tampoco espacio, (menos de trescientos metros cuadrados) o por el viento huracanado que hacía aquella noche y parecía soplar del mismo averno: La temperatura durante aquel día fue de 42 grados.
Mi enhorabuena a todos, actores y visitantes, esperemos que el año que viene lo vuelvan a repetir. Seguro que si.
Cualquier periodista o reportero llegaría a su redacción con la carpeta abarrotada de noticias, cosa extraña en un pueblo que como el nuestro, vive por lo general en Paz romana Octaviana Augusta.
No se quién diablos ha enredado la madeja, pero lo cierto, es que aquí estamos viviendo sin “Adalid”, y no es que la falta nos sea de absoluta precisión para nuestra existencia, pero por lo menos nos la amarga la incertidumbre de lo que puedan estar cociendo y sobre todo, de lo que ocurrirá. No me gusta meterme en estos belenes de política menuda, siempre nocivas para la tranquilidad y prosperidad de los pueblos, y no he de meterme en el de ahora, porque no hay cosa que me infunda más temor en mi ánimo naturalmente pacífico, que estos enredos locales; pero algo he de decir aunque no sea más que para lamentarme de lo que ocurre: Este algo se dirige única y exclusivamente a amonestar a “los blancos” y a “los negros” porque ninguno de ellos sienten los menores escrúpulos en sacrificar los intereses del pueblo en aras de caprichos pueriles, que no sirven para otra cosa mas que para ponernos de manifiesto la poquita enjundia que Dios les ha dado. ¡Válgame Dios! Cuánto nervio disparado, y estando ahí tan cerquita los baños romanos de Alange con sus aguas reparadoras, que los metería en caja con unas cuantas duchas. Si yo tuviera una poquita de autoridad para imponerme, les diría: Señores al baño general, al baño romano y que desaparezca de una vez tanta rabieta como les consume y tanta majadería como les obligan a hacer las rabietas”.
Y estos señores aprendices, después de que se les remoje bien la cabeza yo creo que habían de sentir un gran alivio y sobre todo al pueblo se le quitaría un gran peso de encima después del remojón.
Alguien tiene razón al paso que vamos tendremos que trasladar la plaza de España con Iglesia incluido, hacía las cercanías de la playa pues solo un ratito por las noches se veía al personal y sólo en las horas de baile (de doce a seis de la mañana) aparecían por estos andurriales, así que durante el día amanecía un pueblo solitario al igual que los pueblos mineros abandonados del lejano oeste americano; eso sí las calles abarrotadas de coches, coches a la derecha, coches a la izquierda, enfrente, detrás, demasiados coches.
Por lo demás... la feria normalita, bien los fuegos de “futurvisión” las luces, las mismas que el año pasado y varios castillos flotantes para la menudencia y poco más.
La peor parte del pastel de agosto ha sido para algunos bares que por su cercanía a las rejillas del alcantarillado han visto mermada la clientela pues que era intolerable, hediondo e insalubre tener que tomarse un aperitivo o unas cervezas a dos cuartas de una cloaca, bien podían nuestros administradores haberse “liao a tortazos” con la empresa suministradora de agua por no molestarse en limpiar o tirar unas gotas de agua para que los sifones de las mal olientes rejillas estuvieran al tanto. ¡Ja, ja! Me río yo del desorbitado impuesto del mantenimiento de saneamiento que todos tenemos que pagar ¿para qué?
Esperemos que para las fiestas del Cristo, no suceda lo mismo, aunque lo veo difícil y es que la lluvia que no acaba de aparecer no nos ayuda tampoco.
Desde Orellana la Vieja, Víctor Sanz.
Hola Milord: Termino de leer tu cronica y te felicito por la narración del mercado medieval, ademas el lugar alrrededor del palacio es único, ya ves si conozco los alrrededores del palacio, en fin mi felicitación y un abrazo PACO.