Mis queridos amigos, paisanos y foreros mis mejores; mis mejores deseos para todos. Los que regreséis de puente cuidado con la carretera y que tengáis un feliz regreso, os esperamos.
Hablar de Vírgenes, Santos, Milagros, Apariciones, etc., no es nada fácil, sobretodo si no tenemos claro que en esto no hay medias tintas: creemos o no creemos. Si solo creemos cuando el viento viene a favor pues… apaga y vámonos.
La mayoría de las personas jugamos con ventaja cuando, por ejemplo, decimos: si me toca la quiniela voy un mes a Misa. Resulta que si me toca, aquí está la ventaja, cumplo la promesa; pero si no toca… que me vaya esperando el “cura”.
No soy un “mea-pilas”, aunque reconozco que en los actos religiosos a los que asisto me encuentro bien… Algunas veces también me “cabreo”, pero no pasa a mayores. La lotería de Navidad siempre la compro con mucho cariño… pero nunca me toca a pesar de que mis números están en el bombo.
Mis aportaciones son voluntarias. Si voy, por ejemplo, a Guadalupe nadie me obliga a echar en el “cepillo”, nadie me obliga a comprar recordatorios, nadie me obliga a visitar el Monasterio, es decir: si gasto dinero nunca podré decir que los frailes son unos “mangas”.
Otras historias son los que se lucran con la ignorancia o las creencias de los demás. Estos ni tienen vergüenza, ni tienen escrúpulos y por tanto no podemos, ni debemos, incluirlos como: religiosos o políticos y muchísimo menos como paladines de la fé.
Cada persona es libre de creer o no creer. Mis respetos para todos.
Un abrazo,
Miguel Marcos Gil. "Mariquillo".
Hablar de Vírgenes, Santos, Milagros, Apariciones, etc., no es nada fácil, sobretodo si no tenemos claro que en esto no hay medias tintas: creemos o no creemos. Si solo creemos cuando el viento viene a favor pues… apaga y vámonos.
La mayoría de las personas jugamos con ventaja cuando, por ejemplo, decimos: si me toca la quiniela voy un mes a Misa. Resulta que si me toca, aquí está la ventaja, cumplo la promesa; pero si no toca… que me vaya esperando el “cura”.
No soy un “mea-pilas”, aunque reconozco que en los actos religiosos a los que asisto me encuentro bien… Algunas veces también me “cabreo”, pero no pasa a mayores. La lotería de Navidad siempre la compro con mucho cariño… pero nunca me toca a pesar de que mis números están en el bombo.
Mis aportaciones son voluntarias. Si voy, por ejemplo, a Guadalupe nadie me obliga a echar en el “cepillo”, nadie me obliga a comprar recordatorios, nadie me obliga a visitar el Monasterio, es decir: si gasto dinero nunca podré decir que los frailes son unos “mangas”.
Otras historias son los que se lucran con la ignorancia o las creencias de los demás. Estos ni tienen vergüenza, ni tienen escrúpulos y por tanto no podemos, ni debemos, incluirlos como: religiosos o políticos y muchísimo menos como paladines de la fé.
Cada persona es libre de creer o no creer. Mis respetos para todos.
Un abrazo,
Miguel Marcos Gil. "Mariquillo".