Felix "Cachucho": muchas felicidades en tu cumple. ¿Cuántos, 25?. Pues a ver si cumples muchos más y con una salud de yerro.
Aprovecho para felicitar por su cumpleaños a Félix y a Victor que el de Milord es hoy.
¡Coño, Victor ¡¡La mejó mula sin manta... ¡Felicidades atrasadas. Como sé que haces tentaitantos y eres ya más viejo quel Risco La Mona, te deseo que, por lo menos otros veinte, podamos estar leyendo en este foro tus Crónicas Orellanenses porque cada mes las escribas con tanta salud como la que gozas ahora. Un abrazo
Muchas gracias a todos. Desde el primero al último pasando por la Campanaría.
Bueno 74 años ¡casi na! ¡ja, ja cuanto me alegro! Lo digo por lo de la manta pero no te preocupes hombre que aquí tengo dos para caballos, aunque yo no llegue ni a borriquillo. Abrazos y besos según corresponda. Milord
Bueno 74 años ¡casi na! ¡ja, ja cuanto me alegro! Lo digo por lo de la manta pero no te preocupes hombre que aquí tengo dos para caballos, aunque yo no llegue ni a borriquillo. Abrazos y besos según corresponda. Milord
Felicidades con mucho retraso pero con mucho cariño. Y una cosa Victor, sería muy bonito que nos recordaras a los que ya somos bien mayorcitos las actuaciones de BARCELÓ, que solia ir todos los años a Orellana y que tanto éxito tenían, en el escenario como por los bares. Era un verdadero mago, o por lo menos así lo recuerdo yo.
Gracias Beni. Claro que me acuerdo de Barceló, el trabajaba mucho en el baile de Paco, este baile estaba al final de la calle Villanueva cuando se une a la de la Iglesia o sea en el tambor de dicha calle: Barceló venia contratado por un señor al que llamaban Pino no se si era por que se llamaba así de apellido o por ser bastante alto y corpulento. Una de las actuaciones mas representativas era la de que una vez subido al escenario un chaval cualquiera le hipnotizaba y le hacia hacer muchas tonterías con lo que el público se desternillaba de risa como es natural. Y como aun seguía dormido le cogía del brazo cantándole una nana y le sentaba en una silla frente al público y le vendaba los ojos. A continuación bajaba el señor Barceló del escenario y rogaba al público que le entregaran todos los objetos que quisiera, con la seguridad de que su “médium” (en este caso el chaval del escenario) los adivinaría. – A ver fulanito concéntrate, concéntrate y dime qué tengo ahora en la mano porque a buen “encendedor” pocas palabras bastan!
- ¡Un mechero!- respondía el chaval.
Otras veces cuando le daban una moneda, le decía en voz alta al espectador que se la había entregado –es buena?... porque parece falsa. Y a continuación la hacia sonar tirándola sobre el suelo.
Naturalmente el espabilado chaval, no tardaba ni un segundo en responder que el objeto que le habían entregado era una moneda.
Y así amigo Beni eran sus centenares de trucos que juntos con los que hacia con la baraja de cartas nos ilusionaba, admiraba y nos divertían.
Espero que te haya complacido esta minúscula información. Un abrazo desde Orellana la Vieja.
- ¡Un mechero!- respondía el chaval.
Otras veces cuando le daban una moneda, le decía en voz alta al espectador que se la había entregado –es buena?... porque parece falsa. Y a continuación la hacia sonar tirándola sobre el suelo.
Naturalmente el espabilado chaval, no tardaba ni un segundo en responder que el objeto que le habían entregado era una moneda.
Y así amigo Beni eran sus centenares de trucos que juntos con los que hacia con la baraja de cartas nos ilusionaba, admiraba y nos divertían.
Espero que te haya complacido esta minúscula información. Un abrazo desde Orellana la Vieja.