¿Qué tal, cómo estás?,
amigo Paco. Qué alegría saber de ti, muchacho. Aquí me tienes tirando de mis dos últimos años laborales, con unas ganitas enormes de reencontrarme contigo y con toa nuestra gente "orellanera". A ver cuando coincidimos en nuestro querido
pueblo, que ya va siendo menester.
En cuanto vea a mi primo hermano Paco (Marsanz) le saludo en tu nombre. El joio vive como un marajá, felizmente jubilidado, dándose sus buenos
paseos mañaneros por toda Esplugues y alrededores.
Por cierto,
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