ORELLANA LA VIEJA:
Otra referencia a Orellana la encontramos en la obra de D. Clodoaldo Naranjo (párroco de La Cumbre) "Trujillo y su tierra". En la 14 parte del primer Tomo de su obra dice así de Orellana!
"La antigua Aureliana, población romana cuyas ruinas se descubren no muy lejos de la villa actual que tome de ella el nombre algo transformado. También fue población árabe y fortificada como punto estratégico próximo al Guadiana, pero en la época de la reconquista debió ofrecer muy poca resistencia pues en ella termino el avance cristiano de los caballeros conquistadores de la villa de Trujillo casi sin esfuerzo.
Debió tener entonces poca población pues cuando se dio en señorío a Juan Alfonso de la Cámara se hizo sobre corto numero de vecinos y ya tenían en esta villa mucha hacienda su abuelo Don Matheos y Doña Sol (año 1.276) aun que se aumento poco después en algunos mas...
De la primera época del señorío es la antigua y ya derruida iglesia de Santo Domingo, primitiva parroquia que se abandono por su mal estado y se levanto la actual, esbelta y hermosa fabrica del S. XVII. Lo mismo puede decirse de su casa fuerte o palacio semicastillo señorial del mismo trazado y época que el de Orellanita pero más artístico y de construcción más elegante.
Este edificio presenta una hermosa torre del homenaje que hace juego con las otras tres de los ángulos del palacio tan típica y majestuosa que por si, sola evoca con sus almenas y barbacanas la grandeza de aquellos personajes del linaje Altamirano tan distinguidos en empresas y consejos.
La portada de arco carpanel de robustos sillares, el primoroso patio de sabor plateresco, un lindo artesonado pintado con merito aunque ya en completo desconocimiento y abandono, un balcón mas moderno pero de bellísima construcción corintia (en inminente ruina) son las principales bellezas que atesora este edificio y que merecen visitarse.
Otro edificio raro hay en una de las calles de esta villa; aunque de pequeñas proporciones su antigüedad, y un escudo real que tiene en su esquina con un letrero que dice Paular, Ie hacen misterioso. Es una casa que tenían en este pueblo para servicio de sus ganaderos y para almacén de rentas y productos los frailes jerónimos del real monasterio del paular de Segovia. La piedad y devoción de una dama, que fue señora de esta villa, llamada dona Teresa Meneses, esposa del séptimo señor don Rodrigo de Orellana, levanto un convento de religiosas de Santo Domingo o Dominicas, cuya advocación fue San Benito. Este convento, que fue destruido por los franceses, era de muy buenas proporciones a juzgar por la capilla y sala de gracia que son muy espaciosas y conserva todavía parte del preciosísimo claustro, cuatro o seis arcadas del mas puro renacimiento excelentemente tallados o moldurados sus sillares, dando con ello idea de la suntuosidad con que se levanto.
Un hijo de esta señora (don Juan de Orellana) caso con doña Maria de Mendoza, persona que se recuerda mucho en la villa por la tradición de que fue quien descubrió y regalo a la parroquia una antiquísima imagen de Cristo crucificado de mucha veneración entre los vecinos.
Hijo ilustre de este pueblo fue Fray Domingo de Sentí Espíritus, que en el siglo se llamo don Gutierre de Sotomayor, hermano del antedicho don Juan e hijo como el de doña Teresa de Meneses. Este fraile dominico fundo en esta villa una memoria con una cátedra de Gramática y dos plazas en la parroquia para dos niños que debían cantar la Salve todos los sábados del año con toda solemnidad.
He dejado esta cita del libro de D. Clodoaldo para un espacio aparte de las anteriores con el propósito de explicar con su valiosa ayuda algunos datos referentes al origen de nuestro pueblo y, sobre todo, al señorío que lleva su nombre.
Los primeros datos que nos llegan de Orellana están relacionados con la reconquista de Trujillo por Alfonso VIII, en el S. XII, año 1.880.
Después de este hecho las tropas castellanas avanzan hacia el Guadiana, asignando a Trujillo todas estas tierras de su ribera derecha con sus poblaciones. Entre estas se encuentra Orellana, nombre al parecer de origen árabe, que significa a "orillas" (Orell) del "Ana" (nombre del rió).
Por estas mismas fechas se funda la Ciudad de Plasencia que será consignada como Diócesis por el Papa Clemente III, en el año 1.189, a petición del mismo Alfonso VIII, pasando Orellana a ser de la jurisdicción eclesiástica de esta nueva Diócesis.
Caerán de nuevo esto territorios en Manos musulmanas antes de terminar el siglo (1.196) tras la derrota del mismo rey Alfonso en la batalla de Alarcos en 1.195, siendo reconquistados de nuevo y definitivamente en 1.232 por el rey Fernando III de Castilla, mientras Alfonso IX conquistaba Cáceres, Mérida y Badajoz.
En esta segunda toma de Trujillo por las tropas cristianas destaca un personaje llamado Fernán Ruiz que el mismo D. Clodoaldo nos dice que llego a Trujillo en tiempos de la primera conquista de la plaza por Alfonso VIII. Por su valor, logrando abrir las puertas de la muralla al ejercito sitiador, fue honrado y distinguido por el rey figurando a la cabeza de la nobleza trujillana dando nombre al linaje llamado de los Altmiranos que tendrá por blasón un escudo consistente en diez róeles colocados en tre líneas verticales sobre fondo azul. Es el escudo que ha adoptado como propio nuestro Ayuntamiento y nuestro pueblo.
Del libro de D. Clodoaldo tomamos igualmente la lista de descendientes de Fernán Ruiz que conforman la rama de la casa Altamirano, y mas en concreto, la Segunda Rama que es la que hace referencia a nuestro pueblo de Orellana.
Y así nos encontramos con que el tal Fernan Ruiz tuvo dos hijos, D. Thome y Benito Pérez. Muerto el segundo, D. Thome asume toda la representación y herencia casando con Dª. Teresa teniendo por único hijo y heredero a D. Matheos quien a su vez tuvo cuatro hijos de su esposa Dª. Inés. Ferran Matheos, Gonzalo Matheos, Alfonso Matheos y Dª. Maria.
Fin de los orígenes de Orellana la Vieja seguí la historia con más descendiente pero solo son nombres. (AURELIANA)
Otra referencia a Orellana la encontramos en la obra de D. Clodoaldo Naranjo (párroco de La Cumbre) "Trujillo y su tierra". En la 14 parte del primer Tomo de su obra dice así de Orellana!
"La antigua Aureliana, población romana cuyas ruinas se descubren no muy lejos de la villa actual que tome de ella el nombre algo transformado. También fue población árabe y fortificada como punto estratégico próximo al Guadiana, pero en la época de la reconquista debió ofrecer muy poca resistencia pues en ella termino el avance cristiano de los caballeros conquistadores de la villa de Trujillo casi sin esfuerzo.
Debió tener entonces poca población pues cuando se dio en señorío a Juan Alfonso de la Cámara se hizo sobre corto numero de vecinos y ya tenían en esta villa mucha hacienda su abuelo Don Matheos y Doña Sol (año 1.276) aun que se aumento poco después en algunos mas...
De la primera época del señorío es la antigua y ya derruida iglesia de Santo Domingo, primitiva parroquia que se abandono por su mal estado y se levanto la actual, esbelta y hermosa fabrica del S. XVII. Lo mismo puede decirse de su casa fuerte o palacio semicastillo señorial del mismo trazado y época que el de Orellanita pero más artístico y de construcción más elegante.
Este edificio presenta una hermosa torre del homenaje que hace juego con las otras tres de los ángulos del palacio tan típica y majestuosa que por si, sola evoca con sus almenas y barbacanas la grandeza de aquellos personajes del linaje Altamirano tan distinguidos en empresas y consejos.
La portada de arco carpanel de robustos sillares, el primoroso patio de sabor plateresco, un lindo artesonado pintado con merito aunque ya en completo desconocimiento y abandono, un balcón mas moderno pero de bellísima construcción corintia (en inminente ruina) son las principales bellezas que atesora este edificio y que merecen visitarse.
Otro edificio raro hay en una de las calles de esta villa; aunque de pequeñas proporciones su antigüedad, y un escudo real que tiene en su esquina con un letrero que dice Paular, Ie hacen misterioso. Es una casa que tenían en este pueblo para servicio de sus ganaderos y para almacén de rentas y productos los frailes jerónimos del real monasterio del paular de Segovia. La piedad y devoción de una dama, que fue señora de esta villa, llamada dona Teresa Meneses, esposa del séptimo señor don Rodrigo de Orellana, levanto un convento de religiosas de Santo Domingo o Dominicas, cuya advocación fue San Benito. Este convento, que fue destruido por los franceses, era de muy buenas proporciones a juzgar por la capilla y sala de gracia que son muy espaciosas y conserva todavía parte del preciosísimo claustro, cuatro o seis arcadas del mas puro renacimiento excelentemente tallados o moldurados sus sillares, dando con ello idea de la suntuosidad con que se levanto.
Un hijo de esta señora (don Juan de Orellana) caso con doña Maria de Mendoza, persona que se recuerda mucho en la villa por la tradición de que fue quien descubrió y regalo a la parroquia una antiquísima imagen de Cristo crucificado de mucha veneración entre los vecinos.
Hijo ilustre de este pueblo fue Fray Domingo de Sentí Espíritus, que en el siglo se llamo don Gutierre de Sotomayor, hermano del antedicho don Juan e hijo como el de doña Teresa de Meneses. Este fraile dominico fundo en esta villa una memoria con una cátedra de Gramática y dos plazas en la parroquia para dos niños que debían cantar la Salve todos los sábados del año con toda solemnidad.
He dejado esta cita del libro de D. Clodoaldo para un espacio aparte de las anteriores con el propósito de explicar con su valiosa ayuda algunos datos referentes al origen de nuestro pueblo y, sobre todo, al señorío que lleva su nombre.
Los primeros datos que nos llegan de Orellana están relacionados con la reconquista de Trujillo por Alfonso VIII, en el S. XII, año 1.880.
Después de este hecho las tropas castellanas avanzan hacia el Guadiana, asignando a Trujillo todas estas tierras de su ribera derecha con sus poblaciones. Entre estas se encuentra Orellana, nombre al parecer de origen árabe, que significa a "orillas" (Orell) del "Ana" (nombre del rió).
Por estas mismas fechas se funda la Ciudad de Plasencia que será consignada como Diócesis por el Papa Clemente III, en el año 1.189, a petición del mismo Alfonso VIII, pasando Orellana a ser de la jurisdicción eclesiástica de esta nueva Diócesis.
Caerán de nuevo esto territorios en Manos musulmanas antes de terminar el siglo (1.196) tras la derrota del mismo rey Alfonso en la batalla de Alarcos en 1.195, siendo reconquistados de nuevo y definitivamente en 1.232 por el rey Fernando III de Castilla, mientras Alfonso IX conquistaba Cáceres, Mérida y Badajoz.
En esta segunda toma de Trujillo por las tropas cristianas destaca un personaje llamado Fernán Ruiz que el mismo D. Clodoaldo nos dice que llego a Trujillo en tiempos de la primera conquista de la plaza por Alfonso VIII. Por su valor, logrando abrir las puertas de la muralla al ejercito sitiador, fue honrado y distinguido por el rey figurando a la cabeza de la nobleza trujillana dando nombre al linaje llamado de los Altmiranos que tendrá por blasón un escudo consistente en diez róeles colocados en tre líneas verticales sobre fondo azul. Es el escudo que ha adoptado como propio nuestro Ayuntamiento y nuestro pueblo.
Del libro de D. Clodoaldo tomamos igualmente la lista de descendientes de Fernán Ruiz que conforman la rama de la casa Altamirano, y mas en concreto, la Segunda Rama que es la que hace referencia a nuestro pueblo de Orellana.
Y así nos encontramos con que el tal Fernan Ruiz tuvo dos hijos, D. Thome y Benito Pérez. Muerto el segundo, D. Thome asume toda la representación y herencia casando con Dª. Teresa teniendo por único hijo y heredero a D. Matheos quien a su vez tuvo cuatro hijos de su esposa Dª. Inés. Ferran Matheos, Gonzalo Matheos, Alfonso Matheos y Dª. Maria.
Fin de los orígenes de Orellana la Vieja seguí la historia con más descendiente pero solo son nombres. (AURELIANA)