Buenos dias a todas y todos los foreros de Orellana y a los que nos visitan, buen dia parece que vamos a tener otro dia agradable en lo que respecta a temperatura, ahora tenemos 23º y esperemos que siga así.
Hoy nos faltara por aquí el gran animador del foro como es Braulito, que ya estará camino de tierras catalanas, para pasar unos dias con sus familiares, esperamos que se lo pase bien y a los que andamos por aquí que el dia nos sea leve, saludos a todos.
Hoy nos faltara por aquí el gran animador del foro como es Braulito, que ya estará camino de tierras catalanas, para pasar unos dias con sus familiares, esperamos que se lo pase bien y a los que andamos por aquí que el dia nos sea leve, saludos a todos.
¡Buenos días Nete y todos los foreros!
A ver si termino las gestiones que estoy haciendo en Madrid y me voy para el nido grande de Orellana. Espero hacerlo en los próximos días.
Se cuenta que Quevedo, se hizo una apuesta con unos amigos de una cena, le dijeron que no era capaz de llamar a la reina Mariana de Austria espopsa de Felipe IV coja, pues así lo era y no le gustaba que se lo evidenciaran.
Nuestra pluma de oro Francisco de Quevedo tomó un ramo de claveles en una mano y otro de rosas en la otra. Se acercó a la reina y le dijo:
"Su Majestad escoja entre el clavel y la rosa". Le dijo coja en este maravilloso juego de palabras que se llama calambur.
Ante la evidencia del ingenio de Quevedo, sus amigos no tuvieron más remedio que rendirse y como consecuencia tuvieron que pagarle la cena.
Saludos cordiales para todos.
Demetrio
A ver si termino las gestiones que estoy haciendo en Madrid y me voy para el nido grande de Orellana. Espero hacerlo en los próximos días.
Se cuenta que Quevedo, se hizo una apuesta con unos amigos de una cena, le dijeron que no era capaz de llamar a la reina Mariana de Austria espopsa de Felipe IV coja, pues así lo era y no le gustaba que se lo evidenciaran.
Nuestra pluma de oro Francisco de Quevedo tomó un ramo de claveles en una mano y otro de rosas en la otra. Se acercó a la reina y le dijo:
"Su Majestad escoja entre el clavel y la rosa". Le dijo coja en este maravilloso juego de palabras que se llama calambur.
Ante la evidencia del ingenio de Quevedo, sus amigos no tuvieron más remedio que rendirse y como consecuencia tuvieron que pagarle la cena.
Saludos cordiales para todos.
Demetrio