Cómo se nota que hay sangría gratis, hasta que no se la beban toda aquí no aparece nadie.
Juana, lo que me he acordado de ti. La misa preciosa, ¡qué voces! ¡qué música!
De verdad extraordinaria. A todos los que les hubiera gustado estar aquí, habría encantado. La iglesia, abarrotá. Y la sangría buenísima. Mi hermana con otro traje, lo mismo que siete mujeres más, muy guapas, han ofrecido los producto del pueblo en la misa con sus trajes regionales, algunas con mantilla negra. Todo muy bien organizado. Siete sacerdotes y un diácono han concelabrado la misa mayor.
Esta noche a las 22.30 horas, chocolate con churros. Yo me comeré los de mi Juana y alguno más, si cuela. Mañana daré dos vueltas al burgo para rebajar peso.
Luis, qué pena que no estés aquí, otra vez será.
De verdad extraordinaria. A todos los que les hubiera gustado estar aquí, habría encantado. La iglesia, abarrotá. Y la sangría buenísima. Mi hermana con otro traje, lo mismo que siete mujeres más, muy guapas, han ofrecido los producto del pueblo en la misa con sus trajes regionales, algunas con mantilla negra. Todo muy bien organizado. Siete sacerdotes y un diácono han concelabrado la misa mayor.
Esta noche a las 22.30 horas, chocolate con churros. Yo me comeré los de mi Juana y alguno más, si cuela. Mañana daré dos vueltas al burgo para rebajar peso.
Luis, qué pena que no estés aquí, otra vez será.