No sé si en Orellana esta palabra es generalizada, pero en mi casa se hablaba del CALAMANDRUYO, que no era, ni más ni menos, que un monstruo que se escondía en los pozos para asustar a los niños que se acercaban al brocal. Cuántas veces me lo decía mi madre:"no te acerques al pozo que te come el CALAMANDRUYO". Y es que en mi casa había dos pozos y uno tenía el brocal muy bajo y a mi madre le daba miedo que nos cayéramos dentro. Antes, para evitarnos peligros nos metían en el cuerpo unos miedos que pa qué, bien intencionados pero anda con Dios.
Luego estaba el HOMBRE DEL SACO Y LAS MARIMANTAS, que estos evitaban que llegáramos tarde a casa, pues salían por la noche para asustar a los niños que andaban a deshora por la calle. La verdad es que yo era muy callejera, bueno ahora también, jajaja, y aunque temía a estos personajes no podía evitar mi condición de callejerilla. Jo! qué recuerdos!
Otro dia os contaré lo que me hacía mi madre para sujetarme en casa.
Un besito a todos.
Luego estaba el HOMBRE DEL SACO Y LAS MARIMANTAS, que estos evitaban que llegáramos tarde a casa, pues salían por la noche para asustar a los niños que andaban a deshora por la calle. La verdad es que yo era muy callejera, bueno ahora también, jajaja, y aunque temía a estos personajes no podía evitar mi condición de callejerilla. Jo! qué recuerdos!
Otro dia os contaré lo que me hacía mi madre para sujetarme en casa.
Un besito a todos.