Hola muchachos y muchacha.
Amigo Miguel, aun que hoy no es tu Santo, Felicidades para mañana,
¿Sabes que llevo viendo unos días?
Por las noches y entre siestas,
Un galgo blanco revienta, aquellos contenedores,
Que por su paso el encuentra,
Es una galga Española que por tener hambre de sobra,
Con sus largas patas se impulsa hasta llegar a las bolsas,
Que más somera se encuentran y con su hocico revienta.
No crean que esta delgada, gorda se encuentra esta,
Corretea las aceras, rodeando a todo aquel que por su lado,
Pasara, de esquiva que esta la galga,
Con la cabeza agachada y la mirada bien baja,
De lado se pone y anda para no darnos la espalda,
Su rabo largo enroscado, salvas hace a su paso,
Tres dientes la faltan, en su dorso una señal de haber sido castigada,
Tiene una herida en la nalga, de haber saltado alambradas,
De nombre la he puesto paloma, la falta nada más volar,
De lo bien enseña que esta a huir de todo aquel,
Que a ella no le caiga bien a toda velocidad.
Amigo Miguel, aun que hoy no es tu Santo, Felicidades para mañana,
¿Sabes que llevo viendo unos días?
Por las noches y entre siestas,
Un galgo blanco revienta, aquellos contenedores,
Que por su paso el encuentra,
Es una galga Española que por tener hambre de sobra,
Con sus largas patas se impulsa hasta llegar a las bolsas,
Que más somera se encuentran y con su hocico revienta.
No crean que esta delgada, gorda se encuentra esta,
Corretea las aceras, rodeando a todo aquel que por su lado,
Pasara, de esquiva que esta la galga,
Con la cabeza agachada y la mirada bien baja,
De lado se pone y anda para no darnos la espalda,
Su rabo largo enroscado, salvas hace a su paso,
Tres dientes la faltan, en su dorso una señal de haber sido castigada,
Tiene una herida en la nalga, de haber saltado alambradas,
De nombre la he puesto paloma, la falta nada más volar,
De lo bien enseña que esta a huir de todo aquel,
Que a ella no le caiga bien a toda velocidad.