ORELLANA LA VIEJA: Antonio, recuerdo que la casa de mis abuelos paternos...

EL JALBIEGO

La palabra JALBEGAR ya se ha tratado en el apartado "Palabras y dichos de Orellana". Significa, como muy bien dijo Mari Carmen, BLANQUEAR, pintar la casa con tierra blanca. Al hilo con ésto quiero recordar una costumbre que se hacía en nuestro pueblo, con la que abro esta sección animando a los foreros a que cuenten las costumbres que recuerden o investiguen, y que se ha perdido totalmente: EL JALBIEGO.
Antiguamente las paredes y techos de las casa del pueblo estaban enlucidos de barro y para pintarlos se usaba "la tierra blanca" para las habitaciones y el medio de casa y la "tierra amarilla" para las cocinas, portales y bodegas. Estas clases de tierras venián a venderlas a nuestro pueblo la gente de Orellanita que la extraían de " Los terreros de El Valle". Nuestras mujeres compraban los cuartillos que necesitaban para JALBEGAR la casa. Esta operación se hacía una vez al año, normalmente al final de la primavera o principios de verano porque en estas fecha " se oreaban antes las paredes". Para JALBEGAR, la JALBEAORA, echaba agua en un cubo e iba añadiendo tierra blanca o amarilla a la vez que movia la mezcla con la mano que sacaba con frecuencia del cubo y se la miraba. Cuando observaba que la mano tenia como un guante de color, la mezcla era la idónea para proceder a JALBEGAR. Para ésto usaba una cuadrado de PELLIQUINA de borrego que introducía en el cubo y extendía por las paredes y bóvedas para lo cual se tenía que subir a una escalera, la Escalera de JALBEGAR, que muchas casa disponían para tal efecto. No todo el mundo sabía JALBEGAR y tanían que buscar para este menester a las manos expertas de las antes citadas JALBEGAORAS que se dedicaban a ir de casa en casa, como ahora lo hacen los pintores, para realizar esta labor. Una JALBEGAORA de Orellana muy famosa fue la "Tia Penca" abuela de Sixto Sanz de la cual se decía que " era muy larga jalbegando y lo hacía muy bien".
El día dl JALBIEGO siempre había mucho lío en las casas, como es natural, y en sitio de mi cerebro, donde reside la memoría olfativa, todavía guardo el agradable olor que desprendían las paredes al secarse EL JALBIEGO.

Antonio, recuerdo que la casa de mis abuelos paternos donde vivíamos nosotro tenía muchas capas de tierra blanca.
El MEDIO CASA estaba ENROLLAO (como ya explicó un día mi hermano) y los laterales del pasillo eran de baldosas cuadradas que mi madre las daba de pintura roja.
En el verano y para que la casa estuviera más fresca, el ENROLLAO se regaba de agua con un calambuco con agujeros abajo para que la labor quedara más bonita (me encantaba hacerlo). Las baldosas, de vez en cuando, se daban con un TRAPO untado en aceite para que se quedaran más bonitas y relucientes.