Milord informa.
Crónica Trapera.
¡Que pena y que dolor tener cadena y no tener reloj!. Digo esto porque tenemos un foro en Orellana la Vieja que “anda con dios”, como decían aquí (parece que hace unas horas estaba encarrajilao por donde nunca debió de apartarse pero esta tarde ha vuelto a las andadas) porque últimamente su funcionamiento dejaba mucho que desear, bueno esta, por cuanto al fin y al cabo el que nació para céntimo nunca llegara a ser Euro.
Creedme, es verdad, para entrar esta “importantísima” crónica me encontré perdido sin posibilidades de salir y entrar en el Laberinto “Braulichatero” (que ya quisiera el de Creta parecerse a el) en el que me vi inmerso, incluso tuve que rezar a S. Antonio su responsorio para que me ayudara a encontrar la dirección correcta de entrada y salida.
Durante todos los días que llevamos de la semana no han hecho más que andar de acá para allá empujados y envueltos en el feo vicio de la habladuría hueca, vana sin sentido, para no decir “Nulla” (léase nada), pero si meten las narices donde no les importa, ¿pueden estar las Carcomas del Norte, más miras y requetemiras que lo están aquí por culpa del “braulichateo? ¿Es que cada una de ellas y ellos se creen un poderoso Sultán escupiendo por sus colmillos, como si fueran los amos del foro de Orellana la Vieja?. “pos si mire usted, son de aquellos que poniéndose Orellana por sombrero, y echándose sus disparates a la espalda, de buenas a primeras, sin decir “oste ni usted”, se lían la manta y se cuelan en el foro como Pedro por su casa, allí donde no los llamaron, y donde hacen la misma falta que los perros en Misa, donde nada se les ha perdido y encima pretendiendo meterse en camisas de once varas diciendo para sus anchas: darnos pan (léase cháchara) y llamarnos tontos, o lo que es lo mismo aquí nos las den todas (buenos días, buenas noches, como estas fulanita, me alegro que estés bien, que pases buena noche etc, etc.. y si te he visto no me acuerdo, claro cuando la mente esta llena de pamplinas, pues ya me diréis ¿mientras haya aduladores que los adulen?.
Desde Orellana. Víctor Sanz.
Crónica Trapera.
¡Que pena y que dolor tener cadena y no tener reloj!. Digo esto porque tenemos un foro en Orellana la Vieja que “anda con dios”, como decían aquí (parece que hace unas horas estaba encarrajilao por donde nunca debió de apartarse pero esta tarde ha vuelto a las andadas) porque últimamente su funcionamiento dejaba mucho que desear, bueno esta, por cuanto al fin y al cabo el que nació para céntimo nunca llegara a ser Euro.
Creedme, es verdad, para entrar esta “importantísima” crónica me encontré perdido sin posibilidades de salir y entrar en el Laberinto “Braulichatero” (que ya quisiera el de Creta parecerse a el) en el que me vi inmerso, incluso tuve que rezar a S. Antonio su responsorio para que me ayudara a encontrar la dirección correcta de entrada y salida.
Durante todos los días que llevamos de la semana no han hecho más que andar de acá para allá empujados y envueltos en el feo vicio de la habladuría hueca, vana sin sentido, para no decir “Nulla” (léase nada), pero si meten las narices donde no les importa, ¿pueden estar las Carcomas del Norte, más miras y requetemiras que lo están aquí por culpa del “braulichateo? ¿Es que cada una de ellas y ellos se creen un poderoso Sultán escupiendo por sus colmillos, como si fueran los amos del foro de Orellana la Vieja?. “pos si mire usted, son de aquellos que poniéndose Orellana por sombrero, y echándose sus disparates a la espalda, de buenas a primeras, sin decir “oste ni usted”, se lían la manta y se cuelan en el foro como Pedro por su casa, allí donde no los llamaron, y donde hacen la misma falta que los perros en Misa, donde nada se les ha perdido y encima pretendiendo meterse en camisas de once varas diciendo para sus anchas: darnos pan (léase cháchara) y llamarnos tontos, o lo que es lo mismo aquí nos las den todas (buenos días, buenas noches, como estas fulanita, me alegro que estés bien, que pases buena noche etc, etc.. y si te he visto no me acuerdo, claro cuando la mente esta llena de pamplinas, pues ya me diréis ¿mientras haya aduladores que los adulen?.
Desde Orellana. Víctor Sanz.