En un oculto valle de Extremadura, olvidada y dichosa, tranquila y pura, entre olivares, se levanta una aldea, la de Pallares.
Son sus casas encantos de los sentidos, pequeñitas y bellas, como los nidos que en los zarzales cuelgan las tortolillas y los pardales.
Alegre y sonrriente, pobre y bendita, se levanta en el centro la santa ermita, parece, al verla, entre copos de nieve, nevada perla.
"RECUERDOS DE LA ALDEA" por Arturo Gazul
Soy de Pallares y por esas casualidades o causualidades de la vida vivimos tres pallarengas en Badajoz en la calle Arturo Gazul.
Me gustaría desde aqui dar las gracias a MARIA BALSERA ORTIZ por enseñarme el comienzo de esta poesía y otras tantas que en mi recuerdo perduraran para siempre.
Gracias a mi abuelo, FERNANDO MAYORAL CABALLERO, por ser tan sencillo como era, bien sabe Dios que lo echo muchisimo en falta...
Y por último GRACIAS a mi abuela, ANTONIA VALENCIA ORTIZ, por desvivirse por sus hijas, sus yernos y sus numerosos nietos por igual. GRACIAS POR SER ASI.
MARIA DOLORES FERNáNDEZ MAYORAL.
Son sus casas encantos de los sentidos, pequeñitas y bellas, como los nidos que en los zarzales cuelgan las tortolillas y los pardales.
Alegre y sonrriente, pobre y bendita, se levanta en el centro la santa ermita, parece, al verla, entre copos de nieve, nevada perla.
"RECUERDOS DE LA ALDEA" por Arturo Gazul
Soy de Pallares y por esas casualidades o causualidades de la vida vivimos tres pallarengas en Badajoz en la calle Arturo Gazul.
Me gustaría desde aqui dar las gracias a MARIA BALSERA ORTIZ por enseñarme el comienzo de esta poesía y otras tantas que en mi recuerdo perduraran para siempre.
Gracias a mi abuelo, FERNANDO MAYORAL CABALLERO, por ser tan sencillo como era, bien sabe Dios que lo echo muchisimo en falta...
Y por último GRACIAS a mi abuela, ANTONIA VALENCIA ORTIZ, por desvivirse por sus hijas, sus yernos y sus numerosos nietos por igual. GRACIAS POR SER ASI.
MARIA DOLORES FERNáNDEZ MAYORAL.