Recordar las cosas que se han ido es, en definitiva, una manera de retener algo de ellas y eso, quizás, rescata un poco la alegría pasada, cuando la felicidad era plena, total. Sin embargo, ese recuerdo de la felicidad que se fue encierra en sí, la misma, indestructible tristeza:
"Mientras el viento triste galopa matando mariposas
yo te amo, y mi alegría muerde tu boca de ciruela."
"Mariposas de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía"
"Mientras el viento triste galopa matando mariposas
yo te amo, y mi alegría muerde tu boca de ciruela."
"Mariposas de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía"
jose, que la felicidad no exixteee! que tan solo es un estado de aaanimo!