Los grillos y las ranas
cantaban a lo lejos,
y cantaban tamién los colorines
sobre las jaras y los brezos,
y roändo, roändo, de las sierras
llegaba el dolondón de los cencerros.
...
Aturdio del tó gorví los ojos
pa los ojos reondos del mochuelo,
y aquellos ojos verdes,
tan grandes, tan abiertos,
qu´otras veces a mi me dieron risa,
hora de daban mieo.
¡Qué mirarán tan fijos
los ojos del mochuelo!
...
Hasta mañana foreros.
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