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PUEBLA DE OBANDO: Al final eso de que "nos hemos vueltos locos" va a...

Dos guardias serán juzgados tras una fallida operación policial
Ya se ha señalado su juicio en Cáceres, tras archivarse el caso de 54 trofeos de caza que fueron intervenidos en Puebla de Obando

En diciembre del año 2007 la Guardia Civil anunció que había desmantelado una taller de taxidermia clandestino en Puebla de Obando. Intervinieron 54 trofeos de caza. Dos años después de esta operación policial sólo queda la celebración de un juicio, pero no de las personas a las que se les intervino los trofeos, sino de dos guardias del Seprona de Badajoz, acusados de extralimitarse en sus funciones.
La Audiencia de Cáceres ha señalado para el próximo martes, 15 de diciembre, el juicio contra los dos agentes, aunque seguramente será aplazado. Los agentes no son acusados por el fiscal, pero sí por un taxidermista de la provincia de Cáceres cuyo abogado, José Luis Mariño, indica que los dos guardias cometieron delitos relacionados contra las garantías constitucionales y derechos individuales, teniendo previsto solicitar para cada uno de ellos inhabilitación para desempeñar sus funciones durante cinco años.
¿Echar al abogado?
Según se aseguró por parte de la Guardia Civil hace dos años, el Seprona de Badajoz estaba detrás de un taller de taxidermia ilegal; y creyeron que habían dado con él, cuando en el patio de una vivienda de Puebla de Obando encontraron 54 cabezas y cuernas de piezas de caza mayor, entre las que se encontraban cinco hocicos de jabalí, 39 cabezas y cráneos de ciervos y 8 cuernas de desmogue (cuernos mudados) de diferentes tamaños.
Las investigaciones llegaron hasta Cáceres, y tres guardias de Badajoz detuvieron a un taxidermista de Cáceres, al que llevaron a la Comandancia. El detenido fue asistido por un abogada que le señaló que no tenía el deber de declarar. El letrado Mariño comenta que uno de los agentes le llegó a decir a la abogada que se callara, ya que era del turno de oficio y allí estaba para escuchar y no para hablar. La abogada insistió en su deber de asesorar al detenido y otro agente le indicó que si no se callaba la echaría de la sala (según la versión de los hechos de la acusación particular). La abogada se quejó ante el Colegio de Abogados del trato recibido.
El taxidermista que había sido detenido al final no fue acusado de nada, y hace unas semanas el juzgado de instrucción que llevaba el caso del supuesto taller ilegal de taxidermia de Puebla de Obando, archivó el caso. Ordenó devolver los 54 trofeos de caza.

Al final eso de que "nos hemos vueltos locos" va a se verdad, entre unas cosas y otras, no ganamos para sustos.
Se habrá agotado la loteria, por eso de que toca donde ocurren cosas raras.