Un anciano se acordaba del pesado trabajo que le ocupaba todo el día cuando era niño: llevaba un burro con dos cántaros de agua desde el pozo del pueblo a la finca, situada en lo alto de la colina. Actualmente, por muchos de esos senderos de burros no se puede ir, pués al quedar en desuso se han llenado de jara. Los burros, que antaño fueron el principal medio de transporte, han dado paso a otros medios. Ya no avanzan cansinos por la red de senderos que surca la colina. A los pocos que aún se utilizan se los puede encontrar a veces pastando en los huertos y olivares.