Reportaje Periodico hoy 17-10-2010
-La planificación y el sacrificio son claves para este futuro ingeniero que se siente muy agradecido por la ayuda que recibe
-Diego Vizcaíno Conserva la beca en 2º de Ingeniería Técnica Industrial
Está orgulloso de haber mantenido la beca en su segundo año de carrera. Sobre todo teniendo en cuenta su titulación. Diego Vizcaíno estudia Ingeniería Técnica Industrial en la Universidad de Extremadura y en el primer año logró aprobar seis asignaturas. Gracias a ello se garantiza el respaldo económico para continuar otro año sin estrecheces.
Diego es uno de los miles de universitarios extremeños a los que el Ministerio de Educación le ha concedido una beca de estudios, que además de la matrícula, incluye los gastos de residencia y transporte. El año pasado el importe que recibió ascendía a más de 5.000 euros. Este año todavía no sabe la cuantía, pero espera que sea una cifra similar.
Asegura que con esa cantidad el año pasado tuvo suficiente para cubrir todos sus gastos. «Lo único que no pago con ese dinero es la comida, porque me la dan mis padres. Pero de ahí sale el piso, el material, las salidas... Todo. Lo mejor es no tener que pedirle dinero a mi familia y apañármelas solo», relata.
El secreto para mantener la beca en la universidad, según Diego: mucho sacrificio y también planificación. «Estudio todo lo que puedo y más. También tengo en cuenta a la hora de elegir las asignaturas cuáles son las más asequibles y tengo muy claro desde principios de curso cuántas tengo que aprobar para conservar la beca. Es algo que tengo muy presente siempre», explica el joven de Puebla de Obando.
Reconoce que este año tiene menos miedo que el anterior. Entonces todo el mundo le decía que era imposible que aprobara más de dos asignaturas en el primer curso. «Como yo no tenía experiencia, me lo tomé como un reto. Cuando vas viendo que apruebas y vas sacando cosas, te sube la moral e incluso optas a más», asegura.
Agradecido, este extremeño valora y mucho la inversión que el Estado hace en su futuro. «Si te pones a echar cuentas del dinero que cuesta una educación universitaria valoras, y mucho, la suerte que tienes. Sólo la matrícula ya ronda los 1.000 euros. Me parece que tenemos un buen sistema de ayudas. Si no lo tuviésemos la mayoría de la población no podría estudiar. Hay que internar conseguirlas y, lo más importante, conservarlas», opina.
Según él, los beneficiarios de estas ayudas suelen ser estudiantes que se diferencian en algunos aspectos del resto de sus compañeros. «Suele ser gente que tiene muy presente que el éxito académico no sólo es eso, sino también una tranquilidad. Eso no quiere decir que no sean estudiantes que saben divertirse también cuando toca», afirma.
-La planificación y el sacrificio son claves para este futuro ingeniero que se siente muy agradecido por la ayuda que recibe
-Diego Vizcaíno Conserva la beca en 2º de Ingeniería Técnica Industrial
Está orgulloso de haber mantenido la beca en su segundo año de carrera. Sobre todo teniendo en cuenta su titulación. Diego Vizcaíno estudia Ingeniería Técnica Industrial en la Universidad de Extremadura y en el primer año logró aprobar seis asignaturas. Gracias a ello se garantiza el respaldo económico para continuar otro año sin estrecheces.
Diego es uno de los miles de universitarios extremeños a los que el Ministerio de Educación le ha concedido una beca de estudios, que además de la matrícula, incluye los gastos de residencia y transporte. El año pasado el importe que recibió ascendía a más de 5.000 euros. Este año todavía no sabe la cuantía, pero espera que sea una cifra similar.
Asegura que con esa cantidad el año pasado tuvo suficiente para cubrir todos sus gastos. «Lo único que no pago con ese dinero es la comida, porque me la dan mis padres. Pero de ahí sale el piso, el material, las salidas... Todo. Lo mejor es no tener que pedirle dinero a mi familia y apañármelas solo», relata.
El secreto para mantener la beca en la universidad, según Diego: mucho sacrificio y también planificación. «Estudio todo lo que puedo y más. También tengo en cuenta a la hora de elegir las asignaturas cuáles son las más asequibles y tengo muy claro desde principios de curso cuántas tengo que aprobar para conservar la beca. Es algo que tengo muy presente siempre», explica el joven de Puebla de Obando.
Reconoce que este año tiene menos miedo que el anterior. Entonces todo el mundo le decía que era imposible que aprobara más de dos asignaturas en el primer curso. «Como yo no tenía experiencia, me lo tomé como un reto. Cuando vas viendo que apruebas y vas sacando cosas, te sube la moral e incluso optas a más», asegura.
Agradecido, este extremeño valora y mucho la inversión que el Estado hace en su futuro. «Si te pones a echar cuentas del dinero que cuesta una educación universitaria valoras, y mucho, la suerte que tienes. Sólo la matrícula ya ronda los 1.000 euros. Me parece que tenemos un buen sistema de ayudas. Si no lo tuviésemos la mayoría de la población no podría estudiar. Hay que internar conseguirlas y, lo más importante, conservarlas», opina.
Según él, los beneficiarios de estas ayudas suelen ser estudiantes que se diferencian en algunos aspectos del resto de sus compañeros. «Suele ser gente que tiene muy presente que el éxito académico no sólo es eso, sino también una tranquilidad. Eso no quiere decir que no sean estudiantes que saben divertirse también cuando toca», afirma.