Revuelo por una mano de plástico hallada en un basurero
El hallazgo por parte de un vecino de una mano dentro de un bote de cristal y varios huesos en el basurero de La Roca de la Sierra causó un enorme revuelo en el pueblo el pasado domingo, al pensarse inicialmente que se trataban de restos humanos.
Tras dar parte a las fuerzas del orden, se personaron en el lugar agentes de la Policía Judicial y el juez de guardia, quienes estuvieron en la escombrera durante cuatro horas, según informó el alcalde de la localidad, Alfonso González. El análisis de los restos confirmó el lunes que la mano era de un maniquí y los huesos, de un animal indeterminado, según confirmó ayer la Delegación del Gobierno en Extremadura.
González declaró que, tras el susto inicial, dado que la textura de los restos parecía humana, la anécdota ya ha dado lugar a chistes a lo largo y ancho del municipio.
El hallazgo por parte de un vecino de una mano dentro de un bote de cristal y varios huesos en el basurero de La Roca de la Sierra causó un enorme revuelo en el pueblo el pasado domingo, al pensarse inicialmente que se trataban de restos humanos.
Tras dar parte a las fuerzas del orden, se personaron en el lugar agentes de la Policía Judicial y el juez de guardia, quienes estuvieron en la escombrera durante cuatro horas, según informó el alcalde de la localidad, Alfonso González. El análisis de los restos confirmó el lunes que la mano era de un maniquí y los huesos, de un animal indeterminado, según confirmó ayer la Delegación del Gobierno en Extremadura.
González declaró que, tras el susto inicial, dado que la textura de los restos parecía humana, la anécdota ya ha dado lugar a chistes a lo largo y ancho del municipio.
Que pena que esto pase en Extremadura al lado de mi pueblo.
CSI: La Roca de la Sierra
La Guardia Civil acordonó el vertedero y se creyó que eran reales hasta que un forense descubrió que eran de goma
El hallazgo de unos supuestos restos humanos tiene en vilo a los vecinos del pueblo
Una mano, un dedo y un testículo localizados en el vertedero de La Roca de la Sierra tienen en vilo a los vecinos desde el domingo. El hallazgo fue realizado por Damián, un vecino del pueblo, y aunque los restos han resultado ser falsos, aún hay vecinos que creen en su autenticidad.
El descubrimiento fue hecho el sábado por la tarde. Eran las 18.30 horas cuando Damián se acercó a la escombrera de La Roca de la Sierra para desprenderse de unas ramas que acababa de cortar. Entonces le llamó la atención una papelera y, al ir a volcarla, vio algo que le resultó extraño. «Era como un frasco de mayonesa industrial, de esos grandes. Y dentro había algo. Pensé que era un pepino, pero al acercarme vi que tenía cinco dedos, con uñas y todo».
En ese momento llegó a una conclusión que todavía hoy no se le ha quitado de la cabeza: « ¡Esto es la mano de un tío!, pensé. Una mano arrancada, se veía el hueso y todo, los tendones, las venas, la carne. Era como cuando metes un pescado en el agua y ves que flota».
Sorprendido con lo que había encontrado, regresó a casa. Luego se fue a dormir, pero no dejó de darle vueltas a lo ocurrido en toda la noche y al despertar decidió que debía comunicar la noticia a la Guardia Civil. «Pensé que podía ser la mano de alguien que la hubiera conservado después de sufrir un accidente de tráfico y que luego la hubiese tirado», explicaba antes de añadir que en Puebla de Obando, a pocos kilómetros de La Roca, hay un señor que guarda los dos dedos que perdió accidentalmente.
De eso se ha enterado esta semana, pero el domingo no sabía qué pensar. Así que llamó a la Guardia Civil a las 10.30 de la mañana y los agentes de la localidad lo acompañaron rápidamente al vertedero. «Al llegar, vimos que había un señor allí que había puesto el bote de la mano sobre un montón de ripios. Él pensaba que era un palo».
Pero uno de los agentes de seguridad le ordenó que se retirara, se aproximó al recipiente y exclamó: «Hostin, esta mano es de verdad. Esta mano es auténtica».
A renglón seguido, otro guardia rodeó los escombros y encontró otros dos frascos: en uno, había un dedo de una mano distinta a la encontrada, y en el otro se guardaba «algo que parecía un ojo», aunque luego se comprobó que realmente era un testículo. «La mano era blanquecina, como de color ceniza, pero el dedo tenía un color más carne».
Prudentes, los guardias decidieron actuar con cautela y dieron conocimiento a sus superiores, poniéndose en marcha el protocolo de investigación que se aplica cuando aparecen restos humanos: llamada a la policía judicial, llamada a la policía científica, llamada al juez, llamada al forense...
Un día normal, todo se habría resuelto con rapidez, pero era domingo y costó varias horas reunir a todos los especialistas. De ahí el ir y venir de personal que apreciaron los vecinos hasta entrada la noche. «Parecía una escena del CSI. Los agentes habían colocado los testigos con los números en los lugares donde se hallaron los botes y buscaron cualquier resto que pudiera tener relación», apunta Damián.
Finalmente, el juez ordenó el levantamiento de los restos y los frascos fueron llevados al Instituto de Medicina Legal, en Badajoz, donde los forenses ya estaban preparados para analizar con un instrumental preciso la mano, el dedo y el testículo.
Era el momento de tomar contacto con los restos, y el frasco con la mano fue abierto. En ese momento el forense descubrió que lo que realmente tenía delante no era un miembro amputado, sino una réplica bastante lograda de una mano fabricada en goma. «A simple vista, incluso para un profesional, la duda era razonable, porque estaba cubierta de una fina capa de barrillo que ocultaba las imperfecciones», explicó a HOY una persona que vio la mano.
Lo mismo ocurrió con el dedo, fabricado en un material cerámico que se rompió al ser manipulado. Y luego con el testículo. «Eran una imitaciones muy bien hechas, realmente era difícil saber si eran auténticas antes de abrir los frascos», añadió este experto.
Los resultados del análisis fueron comunicados rápidamente a los agentes que aún permanecían en La Roca de la Sierra, quienes informaron a Damián de que la mano, el dedo y el testículo, a pesar de su apariencia, eran simples imitaciones.
Ya el lunes, el alcalde ordenó a los agentes de la Policía Local que se interesasen por lo sucedido y la Guardia Civil confirmó la noticia. «Ahí se acabó la historia», confesó ayer Alfonso González, el alcalde de la localidad, quien no se cansa de repetir a los vecinos que, lejos de tener un caso del CSI en La Roca, todo ha sido un malentendido.
Para Damián, el responsable del hallazgo, lo vivido estos días es de película. «A mí me ha costado trabajo creer que esa mano no es de verdad. Igual la mano no es auténtica, pero yo creo que ni Steven Spielberg sería capaz de conseguir algo tan real».
La Guardia Civil acordonó el vertedero y se creyó que eran reales hasta que un forense descubrió que eran de goma
El hallazgo de unos supuestos restos humanos tiene en vilo a los vecinos del pueblo
Una mano, un dedo y un testículo localizados en el vertedero de La Roca de la Sierra tienen en vilo a los vecinos desde el domingo. El hallazgo fue realizado por Damián, un vecino del pueblo, y aunque los restos han resultado ser falsos, aún hay vecinos que creen en su autenticidad.
El descubrimiento fue hecho el sábado por la tarde. Eran las 18.30 horas cuando Damián se acercó a la escombrera de La Roca de la Sierra para desprenderse de unas ramas que acababa de cortar. Entonces le llamó la atención una papelera y, al ir a volcarla, vio algo que le resultó extraño. «Era como un frasco de mayonesa industrial, de esos grandes. Y dentro había algo. Pensé que era un pepino, pero al acercarme vi que tenía cinco dedos, con uñas y todo».
En ese momento llegó a una conclusión que todavía hoy no se le ha quitado de la cabeza: « ¡Esto es la mano de un tío!, pensé. Una mano arrancada, se veía el hueso y todo, los tendones, las venas, la carne. Era como cuando metes un pescado en el agua y ves que flota».
Sorprendido con lo que había encontrado, regresó a casa. Luego se fue a dormir, pero no dejó de darle vueltas a lo ocurrido en toda la noche y al despertar decidió que debía comunicar la noticia a la Guardia Civil. «Pensé que podía ser la mano de alguien que la hubiera conservado después de sufrir un accidente de tráfico y que luego la hubiese tirado», explicaba antes de añadir que en Puebla de Obando, a pocos kilómetros de La Roca, hay un señor que guarda los dos dedos que perdió accidentalmente.
De eso se ha enterado esta semana, pero el domingo no sabía qué pensar. Así que llamó a la Guardia Civil a las 10.30 de la mañana y los agentes de la localidad lo acompañaron rápidamente al vertedero. «Al llegar, vimos que había un señor allí que había puesto el bote de la mano sobre un montón de ripios. Él pensaba que era un palo».
Pero uno de los agentes de seguridad le ordenó que se retirara, se aproximó al recipiente y exclamó: «Hostin, esta mano es de verdad. Esta mano es auténtica».
A renglón seguido, otro guardia rodeó los escombros y encontró otros dos frascos: en uno, había un dedo de una mano distinta a la encontrada, y en el otro se guardaba «algo que parecía un ojo», aunque luego se comprobó que realmente era un testículo. «La mano era blanquecina, como de color ceniza, pero el dedo tenía un color más carne».
Prudentes, los guardias decidieron actuar con cautela y dieron conocimiento a sus superiores, poniéndose en marcha el protocolo de investigación que se aplica cuando aparecen restos humanos: llamada a la policía judicial, llamada a la policía científica, llamada al juez, llamada al forense...
Un día normal, todo se habría resuelto con rapidez, pero era domingo y costó varias horas reunir a todos los especialistas. De ahí el ir y venir de personal que apreciaron los vecinos hasta entrada la noche. «Parecía una escena del CSI. Los agentes habían colocado los testigos con los números en los lugares donde se hallaron los botes y buscaron cualquier resto que pudiera tener relación», apunta Damián.
Finalmente, el juez ordenó el levantamiento de los restos y los frascos fueron llevados al Instituto de Medicina Legal, en Badajoz, donde los forenses ya estaban preparados para analizar con un instrumental preciso la mano, el dedo y el testículo.
Era el momento de tomar contacto con los restos, y el frasco con la mano fue abierto. En ese momento el forense descubrió que lo que realmente tenía delante no era un miembro amputado, sino una réplica bastante lograda de una mano fabricada en goma. «A simple vista, incluso para un profesional, la duda era razonable, porque estaba cubierta de una fina capa de barrillo que ocultaba las imperfecciones», explicó a HOY una persona que vio la mano.
Lo mismo ocurrió con el dedo, fabricado en un material cerámico que se rompió al ser manipulado. Y luego con el testículo. «Eran una imitaciones muy bien hechas, realmente era difícil saber si eran auténticas antes de abrir los frascos», añadió este experto.
Los resultados del análisis fueron comunicados rápidamente a los agentes que aún permanecían en La Roca de la Sierra, quienes informaron a Damián de que la mano, el dedo y el testículo, a pesar de su apariencia, eran simples imitaciones.
Ya el lunes, el alcalde ordenó a los agentes de la Policía Local que se interesasen por lo sucedido y la Guardia Civil confirmó la noticia. «Ahí se acabó la historia», confesó ayer Alfonso González, el alcalde de la localidad, quien no se cansa de repetir a los vecinos que, lejos de tener un caso del CSI en La Roca, todo ha sido un malentendido.
Para Damián, el responsable del hallazgo, lo vivido estos días es de película. «A mí me ha costado trabajo creer que esa mano no es de verdad. Igual la mano no es auténtica, pero yo creo que ni Steven Spielberg sería capaz de conseguir algo tan real».
OJO, OJO, OJO, que el morbo está en el pueblo.
al final ¿ke ha pasado?
Nada, que era todo de plástico. Pero si hubiera pasado en el puebla, ya habian sacado mil chistes