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los 43 cazadores subieron al monte, conocido como Peña Nabla (en la zona se le llama El Paco) para cazar. Se dividieron en varios grupos (de 12, 10, dos de 8 y los que iban con los perros), y cada uno de ellos se colocó en un puesto diferente. A lo largo de la mañana mataron 15 jabalíes, uno de los cuales fue abatido por José Ignacio Augusto. Hasta que a las 12.50 horas, ocurrió el accidente.
En ese momento, según relataron los cazadores, salió un jabalí. Un cazador, situado en otro puesto, disparó al animal, pero el tiro acabó impactando en el cazador pamplonés. La Guardia Civil investiga si el impacto que recibió fue un disparo directo o un rebote del cartucho, pero el tiro hirió mortalmente a José Ignacio Augusto en la zona del abdomen.
Fue el propio cazador quien avisó por la emisora a sus compañeros del accidente. Ellos se acercaron hasta el lugar y se encontraron al cazador gravemente herido. Falleció poco después.
Evacuado por los cazadores
Los cazadores avisaron al 112 y desde allí derivaron la llamada a la Guardia Civil. Pero la evacuación del cadáver, una vez confirmado el fallecimiento, no fue sencilla. En primer lugar, el punto donde había ocurrido el suceso es una zona de difícil acceso, situada a 400 metros de desnivel con respecto al pueblo. Para llegar desde Artieda hay que caminar hora y media. Existe otra ruta, pero se tardan 45 minutos en coche y después hay que continuar a pie.
A la dificultad para acceder por tierra, los cazadores criticaban los escasos medios movilizados. Según explicaban anoche, el helicóptero tuvo que desviarse antes de llegar a Peña Nabla porque durante el trayecto se tuvo conocimiento de un alud ocurrido en Panticosa (con un montañero de Los Arcos desaparecido). Los que llegaron a pie -agentes de la Guardia Civil- ni siquiera portaban una camilla, denunciaban los compañeros. Así que sobre las seis de la tarde (cinco horas después del suceso), cuando el forense y el juez de Ejea de los Caballeros llegaron al lugar y autorizaron el levantamiento del cadáver, los propios cazadores tuvieron que trasladar el cuerpo hasta donde habían podido llegar los servicios de emergencia.
Para ello, fabricaron una camilla con ramas, troncos y palos, unidas con unas cuerdas, y lo sacaron de la zona donde se encontraba apostado. Entre 12 o 15 cazadores trasladaron el cadáver hacia la vertiente del monte que está más próxima a la localidad de Los Pintanos, porque el acceso por allí tiene menos pendiente. Una vez en ese punto, los medios movilizados condujeron el cadáver hasta Zaragoza, donde se le iba a practicar la autopsia.
En ese momento, según relataron los cazadores, salió un jabalí. Un cazador, situado en otro puesto, disparó al animal, pero el tiro acabó impactando en el cazador pamplonés. La Guardia Civil investiga si el impacto que recibió fue un disparo directo o un rebote del cartucho, pero el tiro hirió mortalmente a José Ignacio Augusto en la zona del abdomen.
Fue el propio cazador quien avisó por la emisora a sus compañeros del accidente. Ellos se acercaron hasta el lugar y se encontraron al cazador gravemente herido. Falleció poco después.
Evacuado por los cazadores
Los cazadores avisaron al 112 y desde allí derivaron la llamada a la Guardia Civil. Pero la evacuación del cadáver, una vez confirmado el fallecimiento, no fue sencilla. En primer lugar, el punto donde había ocurrido el suceso es una zona de difícil acceso, situada a 400 metros de desnivel con respecto al pueblo. Para llegar desde Artieda hay que caminar hora y media. Existe otra ruta, pero se tardan 45 minutos en coche y después hay que continuar a pie.
A la dificultad para acceder por tierra, los cazadores criticaban los escasos medios movilizados. Según explicaban anoche, el helicóptero tuvo que desviarse antes de llegar a Peña Nabla porque durante el trayecto se tuvo conocimiento de un alud ocurrido en Panticosa (con un montañero de Los Arcos desaparecido). Los que llegaron a pie -agentes de la Guardia Civil- ni siquiera portaban una camilla, denunciaban los compañeros. Así que sobre las seis de la tarde (cinco horas después del suceso), cuando el forense y el juez de Ejea de los Caballeros llegaron al lugar y autorizaron el levantamiento del cadáver, los propios cazadores tuvieron que trasladar el cuerpo hasta donde habían podido llegar los servicios de emergencia.
Para ello, fabricaron una camilla con ramas, troncos y palos, unidas con unas cuerdas, y lo sacaron de la zona donde se encontraba apostado. Entre 12 o 15 cazadores trasladaron el cadáver hacia la vertiente del monte que está más próxima a la localidad de Los Pintanos, porque el acceso por allí tiene menos pendiente. Una vez en ese punto, los medios movilizados condujeron el cadáver hasta Zaragoza, donde se le iba a practicar la autopsia.
Buenas noches Toñi, que bien informada estás!
Buenas guapaaa ¿como llevas el fin de semana?.
Pues si que stá friooo! yo creo tengo fiebre, me tiembla hasta las pestañas!
De verdad Manoli, ¿estas mala?.
