El día que llevaron a los dos individuos a Castuera, ví como una persona tal vez dolida por un gran sufrimiento, sacó un cuchillo de grandes dimensiones para matar a los hermanos Izquierdo y ello ante los agentes que custodiaban a los asesinos, estoy plenamente convencido de que no se los llevó por delante por no quererlo, pues de haberlo querido los hubiera matado y de nada hubiere servido la reacción de los agentes ante el factor sorpresa, los hubiera asesinado como los Izquierdo lo hicieron con nueve inocentes, pero este hombre a mi entender no era un criminal.