Los primeros vestigios de presencia humana en las tierras de
Quintana de la Serena están documentados en las pinturas esquemáticas de
San José, situadas cronológicamente en el calcolítico, y mostrando una composición de figuras humanas esquematizadas y pintadas en tonos rojizos. Estas pinturas se insertan culturalmente con los otros exponentes que aparecen en la Comarca de la Serena como en buena parte de
Extremadura.
Ligado al periodo de la Edad del Hierro tenemos una estela funeraria, aunque las tierras de Quintana debieron ser testigos de todo el tráfico comercial que desde el
santuario tartésico de Cancho Roano se irradiaba hacia el interior de la Meseta.
Del periodo preromano, siglos, II-I antes de
Cristo, tenemos bastantes exponentes arqueológicos en Quintana de la Serena, a través de los recintos Fortificados, que jalonan buena parte del
río Ortigas, destacando entre ellos el denominado "Hijovejo-1", el cual es una fortaleza
militar construida con grandes ciclópeos, y coincidente en el tiempo con el inicio del proceso romanizador de Extremadura. Su finalidad parece estar ligada a la defensa de las
minas de galena argentífera de la zona de
Castuera.
La colonización
romana nos dejó un amplio poblamiento disperso estructurado en "villae", con especial concentración en la zona del río Ortigas, asimismo han aparecido algunas inscripciones. Especial importancia tiene la calzada romana que debió pasar por el núcleo urbano actual o muy cerca de él, y de la cual aún nos quedan restos en Hijovejo y en la Cuerda Gorda.
En cambio, de la ocupación islámica apenas hay restos que la testifiquen. Fue reconquistada en 1.232 por la Orden Militar de Alcántara, y es posiblemente a partir de ahora cuando se configure el inicio de la creación de la localidad de Quintana de la Serena, debiendo ser una realidad en el siglo XV, y estructurado este poblamiento en torno a la actual
iglesia parroquial, tal como lo acredita la datación cronológica de la iglesia y la estructura y morfología urbana que se organiza a partir de ella.
Hasta el año 1.595 fue aldea de
Campanario, comprando en esta fecha su derecho de villazgo ante el rey Felipe II. La
información que hay en la villa referida al año 1.791 la muestra como una localidad dedicada a dos actividades fundamentales: la arriera y la horticultura, perdurando esta última hasta mediados del siglo XX como elemento básico de la estructura económica de la población.
Junto con Castuera, Campanario y Zalamea, constituye otro de los núcleos más significados de la Serena. Se encuentra en el centro del ámbito territorial delimitado por estas localidades, sobre un dominio de penillanuras determinadas por un sustrato granítico que confiere al enclave su identificación más característica. En los tiempos antiguos fue un punto estratégico en las comunicaciones comarcales, situado en la ruta del transporte del azogue de las minas de Almadén. El recuerdo de esta actividad perdura en una
calle denominada de la Plata, que aún existe en la localidad. Durante la época musulmana estuvo poblada, integrándose bajo los cristianos en la Orden de Alcántara como aldea de Campanario. En 1595 alcanzó su independencia como villa exenta, obteniendo después el rango de Encomienda y consolidándose como uno de los centros más significados de la comarca. Realidad inseparable de Quintana y el aspecto que mejor define la localidad por constituir la base de su economía, actividad artesana, e incluso configuración morfológica, dada su abundancia y calidad como material constructivo, es el granito cuyas riquísimas canteras resultan únicas en toda la región. Su extracción y elaboración ha constituido tradicionalmente, junto con la
agricultura y la
ganadería, la ocupación preferente de los quintaneses. Actualmente, existen en explotación casi un centenar de canteras, correspondientes a un extraordinario filón al que se estima una extensión de casi 20 kilómetros, en las que se ocupan casi dos centenares de picapedreros y canteros especializados. Esta actividad primaria genera otras en los sectores del transporte y los servicios, lo que hace de Quintana uno de los centros más desarrollados y con menor índice de paro de la provincia. Modernos sistemas de serrado, labrado y otras fases de elaboración, se aplican hoy al trabajo de la
piedra, lo que permite los mejores resultados técnicos y económicos en su explotación. Entre sus especialidades se cuentan 35 de las 37 clases de granito existentes en
España siendo el más apreciado el conocido como gris Quintana; el más duro de todos, pero al tiempo el más fácil de trabajar y cuya calidad es altamente apreciada a nivel internacional. De Quintana proceden, por ejemplo, los colosales monolitos del acceso a la basílica de Cuelgamuros, o la pieza de 40 toneladas del
monumento al Arcángel Rafael erigido en
Córdoba recientemente. Por último, la fabricación de
trajes típicos es también un
arte en Quintana; son numerosos los particulares dedicados a ello y hay también un Taller de
Artesanía de promoción pública.
QUINTANA: v. con ayunt. en la prov. de
Badajoz (21 leg.), part. jud. de Castuera (2), aud. terr. de
Cáceres (17), dióc., nullius, correspondiente al priorato de
Magacela, orden de Alcántara, cuya sede reside en
Villanueva de la Serena (5), c. g. de Extremadura: SIT. en una pequeña hondonada, ventilada por todos los vientos, por ser pequeñas las alturas que la dominan; es de CLIMA cálido, y se padecen estacionales. Tiene 676
CASAS de solo piso bajo, la consistorial, cárcel, pósito, cuyo
edificio es magnífico todo de piedra, dividido interiormente en 3 naves sostenidas por 40
columnas, construido en 1790, y su fondo consiste en 3,300 fan. de trigo; 3
escuelas de niños, pagada la una con 4,000 rs. de los fondos públicos, a las que asisten 100; 2 de niñas en las que se educan 60, mediante cierta retribución proporcional; igl. parr. (Ntra. Sra. de los Milagros), curato de térm., de presentación del ayunt, y provisión del prior de Magacela; una
ermita con la advocación de Ntra. Sra. del Carmen, y en los afueras la de los Mártires con el
cementerio. Se surte de
aguas potables en los muchos y abundantes
pozos que hay en las
huertas inmediatas a la pobl., no sirviendo sino para los
ganados 5
fuentes y un pilar que hay dentro de ella. Confina el TÉRM. al N. con los de Campanario y
la Guarda; E. Castuera; S. Zalamea, y O. Guareña y Don Benito, a dist. de 1/4 leg. a 2, y comprende el santuario de San José, a 2 leg. al O., fundado el año 1816, 7,400 fan. de tierra roturada, de las cuales son 1,500 de segunda calidad, y el resto de tercera: hay además sobre 100 fan. a las inmediaciones del
pueblo, destinadas para forrajes,
hortalizas, viñedo y
olivos, y al O. una deh. llamada la Pared, propia del Sr. marqués de Paredes. Le baña, a dist. de 1/4 leg. de la v., el r. Hortiga, en dirección de S. a N.: su curso no sería perenne en el
verano si no lo hiciera una
charca del marques de
Casa-Mena, dist. 2 leg. de esta v., pues tiene obligación dicho señor de dar salida a las aguas desde 24 de junio a 29 de setiembre. El TERRENO es casi todo llano, a excepción de algunas quebradas pequeñas y de una cord. de sierras que a dist. de 1 leg. al O. se estiende de S. a N., como 1 leg. en cuadro: el de esta
sierra está casi inculto y cubierto de
monte de poca utilidad; lo demás es de ínfima clase y solo se labra cada 3 o 4 años. Los
CAMINOS son vecinales: el
CORREO se recibe en la Serena, por balijero, tres veces a la semana. PROD.: trigo, centeno, cebada, avena, garbanzos y habas; se mantiene
ganado lanar, de cerda, cabrío,
vacuno y de carga de todas clases, y se cría
caza mayor y menor. IND. Y
COMERCIO: muchos telares de lienzos comunes, manejados por mujeres, un
molino harinero, algunas tahonas; los nombres se dedican a la arriería a las prov. de
Andalucía,
Galicia y Castilla, trasportando jabón, curtidos y granos; hay un insignificante
mercado todos los lunes, POBL.: 868 vec., 3,236 almas, CAP. PROD.: 3.791,130 rs. IMP.: 294,183. CONTR.: 51,544 rs., 1 mrs. PRESUPUESTO MUNICIPAL.: 24,734 rs., 20 m rs., del que se pagan 4,400 al secretario por su dotación y se cubre con los prod. de propios.
Fue este pueblo ald. de Campanario hasta 22 de febrero de 1595 en que se le concedió el privilegio de villazgo.
* Diccionario Geográfico Estadístico Histórico de España. Pascual Madoz, 1848.