Los orígenes de
Reina se remontan a una ciudad
romana: Regina Turdulorum, en el cruce de las dos calzadas que unía
Córdoba con Mérida. Se supone que su fundación es cesariana o augustea, recibiendo organización política romana en tiempos de Vespasiano. En aquellos tiempos fue una población populosa, casi de 4.000 habitantes, que disponían de
agua potable que llegaba a través de un
acueducto; sus
calles eran amplias y porticadas, con alcantarillado subterráneo que desembocaba en los arroyos de
San Blas y San Pedro. La primera emigración a la
sierra se produce hacia época árabe en que se trasladó al hoy llamado Cerro del
Castillo. Allí se construye una fortificación aprovechando algunos restos de la antigua Regina, donde se refugia la población. Tuvo gran importancia estratégica por proteger una de las salidas naturales del
Valle del Guadalquivir y el cruce de las dos calzadas. El recinto murado tenía 14
torres que defendía a otro recinto interior del que sólo quedan escasos restos; se conservan varios aljibes -similares algunos a los de
Cáceres y Medellín-. Según consta en los textos de Rodrigo Méndez Silva: Población General de
España: Ganola de moros año 1185 el Rey D. Alonso Nono Castellano y vuelta a perder, D. Fernando III, 1246 que la mandó poblar de cristianos. En 1246 Fernando III, dona la villa con la alcazaba a la Orden de Santiago.
Calle de Reina Durante la época santiaguista fue cabeza de una poderosa Encomienda de la que dependían
Ahillones,
Berlanga,
Casas de Reina, Disantos,
Fuente del Arco,
Trasierra y
Valverde de Llerena. En siglos posteriores el auge de Llerena absorbe la capitalidad de la Provincia Santiaguista. La cerca que se conserva es de la época almohade -siglo XII-, con diversas restauraciones posteriores. Entre ellas las realizadas por el Maestre de la Orden de Santiago D. Alonso Cárdenas -siglo XV- y otras en los años 1515 y 1575. La fortaleza fue abandonada entre los años 1604 y 1738, formándose poco a poco el
pueblo actual. Las primeras casas empezaron a edificarse en la parte más baja de valle, los arrabales, donde se hallaban las
bodegas. En la antigua alcazaba mora se conserva una
ermita del siglo XV cuyos orígenes pueden encontrarse en la época visigoda. Se conserva una peana de madera del siglo XIX. .