Salir con buen pie.
Atención a los finales.
Hay que poner más cuidado en un final
feliz que en una aplaudida entrada. Es frecuente que los afortunados tengan muy favorables comienzos y muy trágicos finales.
Pocas veces acompaña la suerte a los que salen: es educada con los que vienen y descortés con los que van.