Para Victoria Serna:
Buenos días de
San Pedro.
Ya mi lengua mi pluma y mi cuidado,
silencio y inquietud me están pidiendo,
en
premio del trabajo que han pasado,
por tanto hablar contigo discurriendo.
Veo las
amistades más perfectas,
vacilar y romper su estrecho nudo,
y escapar Victoria de mis ansias,
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