El que no da un oficio a su hijo, lo enseña a ser ladrón. La independencia, igual que el honor, es una isla rocosa sin playas.
Quien mezcle lo placentero con lo útil, ganará la aprobación de todos. La excesiva grandeza debe siempre infundir terror.
Raramente se encuentra el placer donde se busca. Quien mezcle lo placentero con lo útil, ganará la aprobación de todos.
El desprecio de la muerte, he ahí el principio de la fuerza moral. El principio del gobierno democrático es la virtud.
Cada fracaso le enseña al hombre algo que necesitaba aprender. El desprecio de la muerte, he ahí el principio de la fuerza moral.
La felicidad consiste en hacer el bien. Cada fracaso le enseña al hombre algo que necesitaba aprender.
La fama de las mujeres se regula, como la de los médicos, por las visitas que tienen. La mano que mece la cuna rige el mundo.