Dos negaciones afirman, pero tres no confirman.
Dos que se acuestan en el mismo colchón acaban siendo de la misma condición.
Ea, que hago barato: ¡lo que vale tres, lo doy por cuatro!.
Idiota y tozudo, no hay mejor burro.
Echéme a dormir y espulgóme el perro, no la cabeza sino el esquero.