SAN PEDRO DE MERIDA: El abad que no tiene hijos, es que le faltan los argamandijos.

Dos negaciones afirman, pero tres no confirman.

Dos que se acuestan en el mismo colchón acaban siendo de la misma condición.

Duerme, Juan, y yace, que tu asno pace.

Paciencia y barajar.

Échame pan y dime tonto.

El abad que no tiene hijos, es que le faltan los argamandijos.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
El agua de Agosto quita vino y no da mosto.