Haz el bien, y no mires a quién.
Hazme la barba, hacerte el copete.
Heredad por heredad, una hija en la vieja edad.
Hiérese el cuerdo, porque no se ahorque el necio.
Hijo de gran ladrón, gran señorón.
Hijo mimado, hijo malcriado.
Hijos y hogar, son la única verdad.
Hombre apasionado no quiere ser aconsejado.
Hombre de buen trato, a todos es grato.
Hombre hablador, poco cumplidor.
Hombre probo y recio, no tiene precio.
Hombres hay como el dado, que asientan de cualquier lado.
Hormigas con ala tierra mojada.
Hoy que puedo lo haré; que mañana, no sé si podré.
Huir cuando es menester, con honra se puede hacer.
Huye del peligro y no caerás en él.
Ignora al ignorante.
Imposible es empezar a comer por la segunda cucharada.
Infierno y gloria, dos nombres en discordia.
Interés, cuánto vales.
Iráse lo amado y quedará lo descolorado.
Ir uno de infantería.
Jamón empezado, cada cual le tira un tajo.
Jarro de cristal o de metal o de plata, no refresca el agua; el mejor jarro, es el de barro.
Jornal del obrero, suele quedarse en la tienda del tabernero.
Juan Palomo: yo me lo guiso, yo me lo como.
Juegos, pendencias y amores, igualan a los hombres.