SAN PEDRO DE MERIDA: Los hombres vienen como visitantes, nos ven como anfitriones...

Para gobernar a los hombres ociosos hay que saberse aprovecharse de sus vicios, más bien que de sus carencias.

El orgullo de un obrero del campo es la fuente de todas las cosechas que recoge.

Los hombres vienen como visitantes, nos ven como anfitriones y se quedan como amos.