En los ojos del joven, arde la llama;
en los del viejo, brilla la luz.
en los del viejo, brilla la luz.
Soy hombre: nada de lo que es humano me es indiferente.
Nadie abandona el cargo de presidente con el mismo prestigio y respeto que le llevo ahí.
Una vejez tranquila es la recompensa de una juventud juiciosa.
El viejo no puede hacer lo que hace un joven; pero lo que hace es mejor.